La princesa Máxima, radiante en Utrech

Por hola.com

Después de disfrutar de unos veraniegos días en casa, en su amada Argentina, la franca sonrisa de la [princesa Máxima] ha vuelto a caldear el frío invierno de Holanda, que, según declaró recientemente, considera su verdadera nación: "Soy una holandesa nacida en Argentina". Así, feliz, sonriente, y radiante, con un traje marrón oscuro y sombrero a juego y, como único adorno unos fabulosos pendientes de rubíes y brillantes, la vieron, de nuevo, sus conciudadanos con ocasión de un multiencuentro religioso en la catedral de Utrech.

"Unidos en la libertad"
La [reina Beatriz], arropada pues por los príncipes herederos Guillermo y Máxima, presidía ayer por la tarde, en la catedral de Utrecht, esta reunión con representantes de diversas religiones de los Países Bajos -judaismo, islamismo, cristianismo, budismo, hinduismo y tradiciones humanistas-, cuyo lema era "Unidos en la libertad". Esta iniciativa del Comité encargado de organizar las actividades de celebración del Jubileo de Plata fue respaldada por un total de 700 invitados, entre ellos varios ministros y ex ministros del Gobierno, así como la presidenta del Comité, Yvonne Timmerman-Buck, y el profesor James Kennedy, que pronunciaron sendos discursos.

Durante la ceremonia, el historiador Kennedy dio una charla sobre la historia de las religiones y la multiculturalidad en los Países Bajos; se leyeron salmos, mantras hinduistas y versos budistas; los asistentes se dieron la paz de varias maneras, siguiendo las cotumbres de las distintas religiones, y se tocó una pieza musical, especialmente compuesta para la ocasión por Henk Alkema, titulada Vivir la Libertad. La reina Beatriz recibió una rosa blanca de dos chicos del coro islamista y, al finalizar el acto, los invitados recibieron otra conforme fueron saliendo de la iglesia -muchos de los cuales la entregaron al público congregado a las puertas de la catedral-.