Máxima, la princesa feliz 'vuelve a casa' con sus hijas

Por hola.com

La sonrisa franca de Máxima de Holanda se le ha vuelto más latina -más espontánea, si cabe- en su última visita a Argentina. Llegó feliz, en la madrugada del pasado 27 de noviembre, acompañada de sus dos hijas, Catharina Amalia y la pequeña Alexia, y se instalaron, en Buenos Aires, en una quinta de Moreno. Pero no eran vacaciones lo que iban a vivir madre e hijas en la semana. Llegaba la futura reina de Holanda en calidad de miembro del grupo de Consejeros para el Año Internacional del Microcrédito de la ONU. Y cumplió punto por punto con una extensa agenda (que la llevó hasta Brasil) que no le impidió, sin embargo, disfrutar de sus hijas en la tierra que la vio nacer. Cuatro días, del cuatro al siete de diciembre, estuvo la Princesa en su tierra, volcada en visitas oficiales para la promoción de los microcréditos, como herramienta necesaria para lograr mejoras sociales destinadas a los más necesitados de Argentina.

El cumpleaños de Catharina Amalia
Después de estos infatigables días de trabajo, que la llevaron hasta la provincia de Jujuy (1.400 kilómetros de Buenos Aires), Máxima Zorreguieta pasó su último día de "misión especial", (el siete de diciembre) en Buenos Aires. Tenía una reunión con la ministra de Economía argentina, Felisa Miceli. Además, los medios le habían solicitado un favor muy especial: que les permitiera fotografiarla, junto a sus hijas, frente a la embajada holandesa de Buenos Aires. Ella aceptó la petición, pero optó por posar para los reporteros gráficos en Puerto Madero. Cielo azul, las niñas de azul, y Máxima de beis y azul compartiendo sonrisas. Con estas fotografías, Máxima de Holanda ha vuelto a demostrar su clase como Princesa. Basta con verla con su vestido beis ante la Ministra. El mismo con el que compartió juego con sus pequeñas. Porque cuando hay cosas importantes ante la mesa (la promoción de los microcréditos es una de esas cosas por las que merece la pena luchar y, desde luego, la felicidad de su familia), Máxima se entrega. Sin artificios.