La princesa Máxima ha viajado por primera vez oficialmente a su país natal en su condición de miembro asesor de crédito del Año Internacional del Microcrédito de Naciones Unidas con el objetivo de promover el"microcrédito" en una de las regiones más pobres de la Argentina. "Voy a aportar mi granito de arena para aumentar las posibilidades de muchos argentinos de salir de su situación de pobreza". Así de expresiva y de contenta se mostró la princesa a su llegada al aeropuerto Internacional "El Cadillal", de la ciudad de Perico (provincia de Jujuy) donde fue recibida por el ministro de Hacienda, Miguel Alfonso Rioja, quien, como anfitrión de la comitiva, les guiaría hasta su primer enclave "laboral", situado a unos ochenta kilómetros al norte de esta capital. En Maimará, la princesa Máxima había programado reunirse con miembros de la Cooperativa Agropecuaria Artesanal Unión Quebrada y Valles -recientemente premiada por la Comision Económica para América Latina (CEPAL) e integrada principalmente por mujeres-, para conocer de cerca los logros obtenidos a través del programa de fondos sostenido por la ONU. Entre ellos, la producción de "papa andina" y frutas. La futura Reina de Holanda felicitó a los agricultores por la labor realizada y se interesó por las cuotas de producción, de morosidad e impacto de los créditos. Durante el encuentro la princesa ofició de traductora -en inglés y en holandés- para los banqueros que la acompañaban, en tanto los anfitriones les ofrecieron té, empanada de queso, tamales y galletas caseras con forma de corazón... "Nosotros no estamos acostumbrados a esto", le comentó Salomón Zerpa, uno de los fundadores de la asociación quebradeña ante el revuelo y el seguimiento que una docena de periodistas hacían de los movimientos de la Princesa."Uno nunca se acostumbra", respondió Máxima... Antes de partir hacia su siguiente destino y a modo de despedida, Máxima solicitaría las recetas típicas para cocinar la variedades de "papa andina" - se cultivan en zonas altas y de poca humedad- que le regalaron en una canastilla.
"No pisen las plantaciones" Desde Maimará -población andina de 3000 habitantes-, la Princesa se dirigió a San Pedrito para celebrar, dentro del marco del comité de crédito de la cooperativa, uno de sus encuentros más emotivos: el que tendría lugar en la humilde casa de Delia Silvera después de que la futura Reina de Holanda bordeara un sembrado de lechugas pidiendo, al mismo tiempo, a los fotógrafos que la seguían que " no pisen las plantaciones". Silvera le regaló un cinturón de cuero y un pequeño ramo de flores; y en la casa, algunos lugareños andinos tocaron en su honor un carnavalito con guitarras. Asimismo, Blanca Vilte, vestida con el típico traje regional, le cantó "El cóndor pasa", uno de los temas más representativos del altiplano.
