El verano llega nuevamente a los Países Bajos de mano de la princesa Máxima, que se ha convertido en el corazón de los holandeses. La Princesa, como nos tiene acostumbrados, llevó ayer el calor, la alegría y el colorido de su Argentina natal al reino de Holanda durante la inauguración del nuevo edificio del Ministerio de Educación, Cultura y Ciencia.
Una simpatía y pasión por la vida que la [princesa Máxima] refleja en todo lo que hace. También en su manera de vestir. Precisamente la Princesa llamó la atención entre los presentes, además de por su gran atractivo y elegancia, por su alegre y veraniego atuendo. Lució para la ocasión chaqueta verde, camiseta naranja y falda blanca estampada, que acompaño con un impresionante sombrero de paja y pulseras de madera, como complementos.
Exposiciones abiertas al público A su llegada, los organizadores del acto la obsequiaron con un ramo de flores. A continuación, el ministro Van der Hoeveny leyó un breve discurso, tras el cual la Princesa, que había pospuesto en varias ocasiones esta inauguración debido a su embarazo y, posteriormente, al fallecimiento de la reina Juliana, descubrió la placa conmemorativa en el hall del nuevo edificio. Hasta octubre del año pasado, el ministerio tenía su sede en Zoetermeer, pero debido a la distancia entre esta localidad y el centro político de Holanda (La Haya) se decidió trasladarlo.
El estudio Kohn Pedersen Fox ha diseñado la fachada de la nueva construcción. Un moderno edificio, del que el Ministerio ocupará las últimas 19 plantas -consta de 35-, en el que predomina el cristal, con ventanas de 2,7 metros de altura, y, en consecuencia, la luminosidad. El interior ha sido diseñado con colores claros y materiales naturales -alumnio, cristal, maderas claras- por el grupo de diseño de Trude Hooykaas. En la nueva sede, podrán verse exposiciones abiertas al público, así como las obras realizadas especialmente para el inmueble.
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