A las 10:25 de la mañana, ante la gran expectación de los cientos de ciudadanos holandeses congregados en las inmediaciones de la plaza del ayuntamiento de Delft, llegaban juntos los novios, el príncipe Friso y Mabel Wisse, a bordo del Roll Royce, que adquirió la reina Juliana en el año 1957 -el único de ese modelo que tiene el volante a la izquierda-, al edificio municipal donde la pareja contraería matrimonio civil. Diez minutos más tarde, Mabel Wisse, nerviosa, muy nerviosa, pero sobre todo feliz y radiante, con un vestido de satén de color marfil de los diseñadores Víctor & Rolf, irrumpía en la sala del ayuntamiento del brazo de su prometido.
A continuación, comenzó la ceremonia, oficiada por el alcalde de la ciudad de Delft, HMCH Van Ooschot, en la que los prometidos estuvieron acompañados exclusivamente por sus familias -encabezadas por la [reina Beatriz], muy elegante vestida con un sobretodo de color morado y sombrero de plumas a juego, seguida por sus hermanas, las princesas Irene y Cristina; por su hijos, el príncipe heredero [Guillermo de Holanda] con su esposa, la [princesa Máxima] (espectacular con un conjunto de chaqueta blanco y negro y una enorme pamela a juego) y el príncipe Constantino con su esposa, e íntima amiga de la novia, princesa Laurentien (vestida de verde y rosa pastel), y la madre y las hermanas de Mabel- y amigos más cercanos, aproximadamente unas cincuenta personas. Una ceremonia distendida en la que el alcalde se dirigió a los novios de forma informal recordando anécdotas de ambos cuando eran novios y en la que logró arrancar en varias ocasiones carcajadas a los asistentes. También a la novia consiguiendo que ésta se olvidara de los nervios iniciales.
El primer sí quiero
A lo largo de la ceremonia civil, las inquietas miradas de la novios se encontraron en sucesivos momentos, especialmente en la hora de su primer sí quiero. "Ja", contestaba en primer lugar el príncipe Friso. Minutos después, lo hacía Mabel con una gran sonrisa.
Posteriormente, novios y testigos procedían a la firma del acta matrimonial. Por parte del novio, el príncipe Constantino, hermano pequeño del [príncipe Friso], y Lodewijk Beijst, íntimo amigo del novio desde que eran estudiantes en Delft y director de la empresa Superserver. Por parte de la novia, Nicoline Wisse Smit, hermana de Mabel, y Andrea Knap-Kleekamp, íntima amiga de ésta. Una vez concluida la ceremonia civil, recién casados e invitados se trasladaron a la [catedral Oude Kerk], donde tendría lugar la celebración religiosa.