¿Complicaciones en el embarazo de Máxima?

Por hola.com

"La salud del bebé es lo más importante. No, su sexo" declaraba la princesa Máxima a los pocos días de dar a conocer al mundo que estaba esperando su primer hijo. Hoy, cuando la futura Reina de Holanda se encuentra en el ecuador de su embarazo, ha saltado en la prensa holandesa la noticia de que Máxima podría estar aquejada de pre-eclampsia (hipertensión inducida por la maternidad). Una enfermedad que, en caso de degenerar a su forma más severa, podría entrañar graves consecuencias tanto para el pequeño -retraso del crecimiento fetal, bajo peso al nacer, predisposición a infecciones, complicaciones respiratorias graves...- como para la madre -daño en múltiple órganos, principalmente en el sistema nervioso (hemorragia cerebral) y los riñones (insuficiencia renal)- e incluso llegar a acarrear la muerte de ambos.

De resultar cierto el rumor, entonces sí le sobrarían razones a Máxima y a su equipo médico para recomendar a la Princesa que [dejara de trabajar hasta después del parto], en lugar de continuar con sus compromisos oficiales hasta las 4 o 6 últimas semanas antes de dar a luz, tal y como estaba previsto. No obstante, en este punto no todos los rotativos se ponen de acuerdo. Asimismo, mientras unos respaldan el informe médico y apoyan este paréntesis laboral; otros, aún respetando su 'indisposición', tiran de calendario y echan sus cuentas. "La Princesa ha trabajado este año algo más de 100 horas y, en contraposición, ha tenido 25 periodos vacacionales en 9 meses. ¿De qué puede estar tan agotada?". No hay respuesta oficial por el momento, aunque cada vez está más generalizada la hipótesis de su enfermedad. "He visto a la Princesa en televisión y tiene la cara bastante hinchada. Ese es uno de los síntomas claros de la pre-eclampsia", declara al respecto un médico para una publicación holandesa.

Pre-eclampsia, hipertensión en el embarazo
La Pre-eclampsia es un desorden, que ocurre sólo durante el embarazo y el período postnatal, y afecta tanto a la madre como al feto. Entre el 5 y el 8 por ciento de los embarazos presenta este trastorno, caracterizado por la tensión alta y la presencia de la proteína en la orina. Los síntomas de la madre son hinchazón en cara, manos y piernas, retención de líquidos, ganancia repentina de peso, dolores de cabeza intensos, convulsiones y cambios en la visión.