Arropada en todo momento por la Familia Real descubrió cómo el espíritu del Día de la Reina se había apropiado de la ciudad y cómo el ambiente, tan festivo y alegre, fue contagiando a todos los ciudadanos de Deventer (la ciudad que visitaron, después de la celebración del Concierto) con sonidos, rituales y bailes que se extendieron por toda la nación.
La Reina y sus tres "nueras"
A su lado, una vez más -la relación entre ellas es maravillosa- una feliz reina Beatriz quien disfrutó como una niña de su gran Día dejándose cuidar y querer por sus conciudadanos y especialmente por sus hijos, nueras y hermanas... Hacía muchos años que la Soberana no celebraba tan a lo grande su cumpleaños (a la vez que el de su madre, la princesa Juliana) y es que ni se cumplen 65 todos los días, ni es fácil reunir a toda la familia tal y como sucedió esta primavera: Su primogénito, Guillermo y su esposa, Máxima; el príncipe Constantino y Laurentien (quienes le hicieron abuela en el año 2002), el príncipe Friso, el pequeño, con su novia oficial, Mabel Wisse, a la que la reina trata ya como a una nuera; sus hermanas: la princesa Cristina, la princesa Irene y su cuñado, Pieter van Vollenhoven, con tres de los cuatro hijos de la princesa Margarita... Todos apoyando a la Reina viuda.
La Familia Real casi en pleno, a excepción claro del príncipe Bernardo, padre de la reina, que ya no quiere asistir a estos eventos, y de la princesa Juliana, que acaba de cumplir 94 años, muy delicada de salud y muy reacia a aparecer en público. De hecho, no asistió ni a la bodas de sus nietos, Guillermo y Constantino, ni a los funerales de su yerno, el príncipe Claus.