Completamente adaptada, segura de sí misma y satisfecha con su papel de esposa, Máxima Zorreguieta acaba de debutar en solitario como lo que es por matrimonio: Princesa de Holanda, de Orange, y señora Van Amsberg, nacida Zorreguieta. Cosmopolita, inteligente y sensible, a Máxima no le ha resultado difícil aprender el oficio. En su esposo, el Príncipe Guillermo, y en la Reina, Beatriz de Holanda, su suegra, ha tenido a lo largo de estos doce meses a los mejores maestros: discreción, amabilidad, nervios de acero, dominio de la situación y estudio, porque, tal y como apunta con frecuencia la Soberana de los Países Bajos, "nunca hay que dejar lugar a la improvisación".
Bautizo marinero La Princesa Máxima ya ha comenzado a volar sola. Una imagen sorprendente, pero aplaudida por todos sus conciudadanos. Sin su esposo y sin la Reina, y como única representante de la familia Orange, la esposa del heredero holandés bautizó, respetando las leyes marineras y con toda profesionalidad, un barco-hospital que lleva por nombre "Prins Willem-Alexander", en la ciudad de Rótterdam. Un breve y sencillo acto en el que la Princesa salió, de nuevo, reforzada ante los ojos del reino. "... Te bautizo Príncipe Guillermo- Alejandro y te deseo a ti y a tu tripulación un viaje seguro...", dijo la princesa en perfecto holandés antes de estrellar la botella de champán contra el casco de la embarcación en la que podrán pasar sus vacaciones hasta 50 pasajeros: minusválidos, personas de la tercera edad y enfermos. Podría decirse, por lo tanto, que, un año después de haber contraído matrimonio, Máxima de Orange está preparada para afrontar con dignidad y absoluta responsabilidad todos los trabajos que la corona quiera designarle porque la Princesa ha aprendido muy bien la lección en estos meses (su boda se celebró el 2 de febrero del 2002). Un tiempo en el que, por disponer de una agenda personal prácticamente vacía (siempre adaptada a la de su esposo), ha podido prepararse a fondo. Especialmente en temas relacionados con Historia, Política y Economía del país. Una vieja nación a la que llegó, hace apenas un año, siendo la novia del Príncipe Heredero, pero también, una extranjera desconocida.
