Máxima y Guillermo: Salud, dinero, amor y trabajo

Por hola.com


Máxima rompió con su vida y con su mundo por amor

"Al principio todos decían: somos del norte de Europa, por lo que somos fríos. Pero nosotros sólo hemos visto calor. Los holandeses sois más cálidos de lo que creéis", dijo Máxima a sus conciudadanos días antes de convertirse en princesa de Orange.
Un título al que accedió el día de su matrimonio con el príncipe Guillermo después de haber superado infinidad de pruebas y de haber consentido grandes renuncias: En una lista interminable destacamos, por ejemplo: a un trabajo para el que se preparó durante toda su vida, a su independencia, a una existencia anónima, a que sus padres, por motivos políticos, asistieran a su boda y a criar a sus hijos en la religión católica, la suya. La Casa Orange-Nassau hunde sus raíces en las luchas contra los españoles, y desde su fundador, Guillermo de Orange, todos los soberanos se han mantenido fieles a la Iglesia Reformista Holandesa, protestante. Por eso, aunque la Constitución no fija una religión obligatoria para la corona, Máxima debe permitir que sus hijos sean educados en una fe distinta a la suya, la de la Iglesia Holandesa.

La Constitución establece que Máxima será Reina
A Cambio, la Constitución de su país establece que Máxima -cuando llegue el momento de la sucesión- pasará a ser la reina consorte. Y que, en el caso de que muera el Rey, la corona pasaría a sus manos. A Máxima, no hay duda, se le ha reservado un papel de protagonista.
Podría llegar un momento en el que Máxima tuviera acceso al poder real. Cuando se produzca la sucesión al trono entrará en vigor una ley especial que regula la regencia. Todo indica que, para entonces, La Princesa será designada regente, al igual que, por ejemplo, el príncipe Claus. Si Willem-Alexander fallece o pierde sus facultades mentales antes de que su primogénito cumpla los 18 años, Máxima deberá hacerse cargo del papel del Soberano. "Esto sería así aunque sólo estuviese esperando su primer hijo".



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