Aprovechando este pequeño paréntesis que se abre en el estricto protocolo, [Máxima Zorreguieta] ha realizado la llamada de teléfono que tanta ilusión le hacía. A sus padres, que se encuentran en Londres, ciudad desde la cual verían la boda de su hija. Mientras, los invitados, que esperaban el momento de ser trasladados a la Iglesia, degustaban de un pequeño y breve cóctel.
Después de convertirse oficialmente en la esposa del futuro Rey de Holanda, la joven ha telefoneado a sus padres para recibir sus felicitaciones y enhorabuena en uno de los días más emocionantes de su vida.
De hecho, en una de sus últimas entrevistas, ya anunció que tenía intención de hacerlo y que lo haría, en no sabía que momento, a pesar de las normas protocolarias.