En su segunda visita a Santiago de Compostela hemos visto a una princesa Leonor más mujer, más segura y cada vez más estilosa, pero había algo en común con su debut en la Ofrenda al Apostol: el rosa.
Este color, en sus diversas tonalidades, parece ser todo un fetiche para la heredera. Basta con echar la vista atrás para encontrar en su armario varios ejemplos que confirman su predilección. El vestido midi que ha lucido en Galicia ha sido uno de sus looks más atrevidos que le hemos visto, pero no ha renunciado a darle protagonismo a un color que, desde luego, le favorece