En este espacio natural por el que discurren los cursos bajos de los ríos Manzanares y Jarama, doña Sofía, vestida con una camisa de flores, pantalón verde y botas de montaña, guantes de plástico y la mascarilla, ha recorrido la zona con unas bolsas de basura color amarillo en la mano que cada escasos metros iba llenando con todos los residuos que iba encontrando a su paso