Pero el momento más emocionante llegaba justo después, cuando tocaba saludar a los hijos de Federica de Grecia. Constantino, que decidió dejar a un lado la silla de ruedas para ocupar una de las butacas junto a su esposa y sus hermanas, pudo conversar, al igual que ellas, con algunos de los presentes. En la imagen, los tres hermanos y Ana María en una fotografía tomada hace décadas