Los Reyes continúan la tradición de la ofrenda al apóstol en Santiago

Por hola.com

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La monarquía renovada de los nuevos Reyes ni parte de cero ni arrasa con los cimientos heredados. Va a ser continuidad también de los casi cuarenta años de reinado de don Juan Carlos y doña Sofía, y de sus tradiciones. Siguiendo "el ejemplo impagable" de los anteriores soberanos, don Felipe y doña Letizia han viajado hoy a Santiago, un año después de la tragedia ferroviaria de Angrois, para cumplir con la ofrenda nacional al Apóstol, patrono de España. Felipe VI mantiene así una tradición de la Corona que su padre, Juan Carlos I, respetó en todos los Años Jubilares.

Don Felipe y doña Letizia han presidido los actos oficiales del Día del Apóstol en su primera visita a Galicia desde la ceremonia de proclamación. Los soberanos han sido recibidos entre los aplausos del medio millar de personas y peregrinos que, organizados en dos zonas acordonadas a ambos laterales de la fachada de la Catedral, aguardaban su llegada en la Praza do Obradoiro, que se ha producido en torno a las 10:15 horas.


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La banda de música les ha dado la bienvenida entonando el Himno de España y, a continuación, el rey Felipe ha pasado revista a las tropas, integradas por miembros de la Brigada Ligera Aerotrasportable (Brilat), que tiene su base en Figueirido (Pontevedra) antes de saludar a las autoridades que les esperaban en la puerta principal del Hostal dos Reis Católicos, el Presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y la ministra de Fomento, Ana Pastor, en representación del Gobierno central.

Luego se dirigieron a la comitiva civil, formada por los gobiernos autonómico y local: la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo; el delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez; el presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría; el presidente del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, Miguel Ángel Cadenas; el fiscal jefe de Galicia, Carlos Varela; y el valedor do Pobo, José Julio Fernández Rodríguez, entre otros.


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Tras los saludos protocolarios, el rey Felipe, de chaqué y con el bastón de la ciudad, y la reina Letizia, con el mismo vestido que llevó en la boda de los Duques de Cambridge, así como las comitivas civil y eclesiástica entraron en procesión a la Catedral. Al paso de los soberanos, se escucharon entre el público algunos vítores de "Viva el Rey" y "Vivan los Reyes", aplausos, una descarga de disparos de fotos, y comentarios sobre el estilismo de la Reina. Los reyes Felipe y Letizia se han vuelto hacia los congregados en la Plaza do Obradoiro desde la cima de la escalinata y les han saludado para luego perderse uno del brazo del otro en el interior.

El Rey ha pronunciado la Ofrenda Nacional al Apóstol durante la solemne misa, en la que los tiraboleiros han hecho volar el botafumeiro -el tradicional y gran incensario- que se eleva hasta cerca de los techos de la iglesia. "En nuestra España constitucional, unida y diversa, caben todos los sentimientos y sensibilidades, caben todas la formas de sentirse español", ha insistido hoy el Rey apostando por aquellos proyectos que "movilizan energías conjuntas". Con este mensaje don Felipe ha insistido en una idea que ya lanzó en su discurso de proclamación, para dejar patente que "toda la variedad y riqueza" de los pueblos que conforman la nación española ha contribuido a "definir nuestra identidad".

Felipe VI ha hecho hincapié además en los retos que los españoles tienen ante sí, al poner la vista en el futuro, "al igual que los peregrinos tienen fijada su mirada en ese más allá que les va señalando las etapas de la ruta". "Porque todos, sin excepción, deseamos ir dejando atrás los tiempos de dificultad; porque queremos seguir avanzando en la senda del bienestar compartido, de las ilusiones que crean esperanza, de los proyectos que movilizan energías conjuntas", ha subrayado. Finalmente, Sus Majestades se han dado un baño de masas y han participado en el Ayuntamiento compostelano en una recepción ofrecida en su honor en el Pazo de Raxoi, ubicado enfrente de la Catedral compostelana, desde donde han saludado a las multitudes una y otra vez.

 

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