Lee por razones estéticas y compadece a aquellos que leen por obligación, entiende a los que leen por mero entretenimiento y a los que lo hacen por aprender, hoy y tras una vida entregada a la literatura, el escritor jerezano José Manuel Caballero Bonald ha recibido de manos de los Príncipes de Asturias el Premio Cervantes, el galardón más importante de las letras en lengua española, en un solemne actor celebrado en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, quien ratifica un año más su condición de Ciudad de las Artes y las Letras.
Don Felipe y doña Letizia, que presidieron ayer en el Palacio Real el almuerzo anual que se ofrece al mundo de las letras con motivo de la entrega de este prestigioso galardón, han sido recibidos en la Plaza de San Diego por el alcalde complutense, Javier Bello, quien ha entregado al Príncipe el bastón de mando de la ciudad.
La Princesa de Asturias, que ayer durante el almuerzo se decantó por un conjunto rojo de Felipe Varela formado por falda, top y chaqueta con sutiles puntitos blancos, ha elegido hoy, de nuevo, a su diseñador de cabecera, el ya mencionado Valera, enfundándose un vestido en muselina moka con flores bordadas y superpuestas al tono, cinturón y cartera, en tono pitón bronce, que ya lució la Princesa en la entrega de los premios Príncipes de Asturias en el año 2011. En esta ocasión, doña Letizia, se ha decidido por dejar su melena suelta, a diferencia del recogido con “aire retro” que lució en el Teatro Campoamor hace dos años.
Los Príncipes de Asturias, en compañía del presidente Mariano Rajoy y el ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert han hecho su entrada en el Paraninfo en cuyo interior y tras la lectura del acta del jurado por parte de la directora general de Industrias Culturales y del Libro, María Teresa Lizaranzu, don Felipe le ha hecho entrega del premio al escritor gaditano, quien iba vestido con el chaqué reglamentario en este tipo de actos y quien ha recibido este esperado reconocimiento en medio de una cerrada ovación de los asistentes.
Por segundo año consecutivo, el Rey ha sido el gran ausente en esta ceremonia ya que a pesar de que ayer reaparecía en público en su despacho de La Zarzuela para dar la enhorabuena a Caballero Bonald, el Monarca aún continúa recuperándose de su operación de doble hernia discal a la que fue sometido el pasado 3 de marzo. Con muchas ganas de volver a la actividad oficial y haciendo alarde de su carácter bromista, el Rey comentaba ayer: "Pronto estaré dando guerra otra vez".
El escritor gaditano, que siguió ayer el vacile al Rey durante su encuentro en el que don Juan Carlos afirmaba que Bonald estaba mucho mejor que él, a lo que este contestaba que estaba en las últimas, ha deleitado hoy a todos durante la entrega del Premio Cervantes con un profundo y elaborado discurso, en donde los resquicios de su constipado le han dado una merecida tregua. "Tengo que hacerme merecedor de este reconocimiento magnánimo" ha comenzado diciendo el literato.
Arropado por su mujer, Josefina Ramis, por dos de sus cinco hijos y por tres nietos, Caballero ha hecho un recorrido por la historia de la literatura señalando algunos de los motivos que le llevaron a él a decantarse por las letras."Me hice escritor porque antes había leído a escritores que me abrieron una puerta" afirmaba el escritor, quien ha añadido que "destruir y prohibir ciertas lecturas ha supuesto siempre destruir y prohibir ciertas libertades".
Pepe Caballero, nombre con el que se ha dirigido hacia él el Príncipe de Asturias en su discurso, ha señalado el gran poder que ha tenido la poesía para corregir las erratas de la historia, admitiendo que en su poesía "está implícito lo que piensa y lo que todavía no piensa".
Con la medalla que le "acredita" como poseedor del Premio Cervantes y tras romper en aplausos el Paraninfo después de sus palabras, el escrito gaditano, quien ha repetido que lo que escribe es lo que es, ha escuchado con suma atención las palabras que le ha dedicado el Príncipe de Asturias, quien ha destacado la precisión del lenguaje del poeta.
Don Felipe, quien junto a la Princesa de Asturias se ha fotografiado al final del acto junto a la familia de Caballero Bonald, ha ensalzado la hermandad entre España y America Latina que ha supuesto el trabajo del escritor para quien el gaditano es "un testimonio evidente de la vitalidad de la literatura española".
"La inquietud como disconformidad ha sido elemento clave en su obra. Reclama a los lectores decididos a salir de sí mismo y a buscar con la palabra nuevos espacios de vida. Un lúcido que no da lecciones. Un maestro para maestros" ha señalado el Príncipe de Asturias en las palabras finales de su discurso, con el que se ha dado paso al himno universitario Gaudeamus Igitur, interpretado por el coro de la Universidad.
A la ceremonia también han asistido el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso; el director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua; el secretario de la RAE y presidente del jurado del Cervantes, Darío Villanueva; el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, y la directora de la Biblioteca Nacional, Ana Santos. Tampoco han faltado escritores como Antonio Gamoneda, Eduardo Mendicutti, Félix Grande y Benjamín Prado; políticos como Alfonso Guerra y Carmen Alborch, y cantantes como Miguel Ríos o Luis Eduardo Aute, entre otros representantes del mundo de la cultura.
