Tan solo cuatro días antes de viajar hasta Roma, para asistir a la entronización del Papa Francisco que tendrá lugar el próximo martes, día 19, los Príncipes de Asturias presidieron ayer el concierto 'Clásica para los jóvenes de hoy', organizado por la Fundación Príncipe de Girona en el Liceo de Barcelona y que tiene como objetivo potenciar a la música como instrumento para crear un mundo mejor.
Con una enorme sonrisa y dispuestos a disfrutar de la música, los Príncipes saludaron a una gran representación de los jóvenes allí congregados, con los que no solo compartieron impresiones sino también butacas. Entre todos ellos se encontraba también la novia de Rafa Nadal, María Francisca, quien no quiso perderse la oportunidad de disfrutar del recital que dieron la pianista Alba Ventura y la violinista Leticia Moreno, ganadoras en ediciones anteriores de los Premios Fundación Príncipe de Girona y que acabaron poniendo al público en pie.
Doña Letizia se decantó para esta noche de música por un look total black, en el que la comodidad y la sencillez iban de la mano, ya que la ocasión lo requería. La Princesa se enfundo un pantalón de vestir, una camiseta negra con una rebeca y unos sencillos zapatos de tacón. El Príncipe, por su parte, decidió dar un toque de colorido a su traje de rayas colocándose una llamativa corbata morada.
Esa misma mañana, la Princesa estuvo visitando el Gran Teatro del Liceo, el mismo lugar donde tuvo lugar el concierto, pero lo hizo de una forma mucho más discreta, ya que nadie la reconoció por la calle, cuando ella misma decidió llegar caminando al edificio, eligiendo también para esta ocasión un vestuario en tonos oscuros. Y mientras doña Letizia participaba en un taller de música, el Príncipe mantenía una reunión con miembros del patronato de la Fundación Príncipe de Girona.
La novia de Nadal, quien al igual que la Princesa por la mañana intentó pasar desapercibida entre el público por la noche, no estuvo en esta ocasión acompañada por el tenista, ya que éste se encuentra disputando el torneo de Indian Wells, en California, en el que ayer eliminaba a Federer por 6-4 y 6-2 en una hora y 24 minutos dejando claro que está más que recuperado después de siete meses alejado de las pistas de juego, en el que tan solo ha dejado de entrenar para pasar unos días de vacaciones al lado de su chica, las últimas a principios de este mes, cuando les vimos relajándose en las playas de Acapulco, México, de ahí el incipiente moreno que lucía María Francisca.
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