Los Príncipes de Asturias han puesto fin a su viaje oficial a Panamá y Ecuador después de tres intensos días de trabajo. La última jornada de don Felipe y doña Letizia ha transcurrido en Quito, donde han asistido a la clausura del I Encuentro Empresarial Hispano-Ecuatoriano. En ella, el Príncipe animó a los empresarios españoles a buscar nuevos mercados para paliar la crisis económica que vive nuestro país.
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A continuación, don Felipe y doña Letizia se trasladaron a la Iglesia de la Compañía de Jesús, donde el alcalde metropolitano de Quito, Augusto Barrera, por decisión del Consejo Municipal les nombró “Huéspedes Ilustres de la Ciudad de Quito”. “Esta llave que nos entregáis abre aún más nuestros corazones a los quiteños”, dijo el Príncipe bajo la cúpula ornada hasta la extenuación de la iglesia, el mayor ejemplo de la escuela de barroco quiteño.
“Cuatrocientos setenta y ocho años después de su fundación por el cordobés Sebastián de Benalcázar, Quito se ha convertido en crisol del Ecuador. Por sus calles y plazas discurren gentes procedentes de todo el país en una suerte de mestizaje en lo étnico, lo social y lo cultural. También en la actualidad más de 7.000 españoles viven en esta ciudad, formando parte de ella, de sus vivencias y costumbres, y participando intensamente en su día a día”, subrayó el Heredero.
Posteriormente, los Príncipes de Asturias se dirigieron al Palacio de Carondolet, donde don Felipe mantuvo un encuentro con el Presidente ecuatoriano, Rafael Correa. A la entrada al edificio, los Príncipes han recibido el cariño de los allí presentes, a quienes no dudaron en saludar. Don Felipe tuvo un gesto de lo más cariñoso con un niño que 'burló' la seguridad para estrecharle la mano y entregarle una nota mientras que doña Letizia no dudó en fotografiarse con una mujer.
