Afectuoso saludo del rey al asesor que aconsejó a Urdangarín que abandonara Nóos

El conde de Fontao centró la atención en las audiencias a Patrimonio Nacional y a la Grandeza de España

Por hola.com

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La Familia Real presidió ayer en el palacio de la Zarzuela las tradicionales audiencias al consejo de Administración de Patrimonio Nacional, una entidad orgánicamente dependiente de la Presidencia del Gobierno, que custodia los bienes de titularidad del Estado afectados al uso y servicio del rey y de los miembros de la Real Familia, para el ejercicio de la alta representación que la Constitución y las leyes, y a la Diputación Permanente y Consejo de la Grandeza de España, órgano presidido por el segundo hijo de la duquesa de Alba, Alfonso Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart, duque de Aliaga.

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Una representación de Patrimonio Nacional felicitó las pascuas a los soberanos y a los herederos, pero los fotógrafos tenían objetivos para uno solo. Acaparó todos los flashes el afectuoso saludo de don Juan Carlos al asesor del rey en el caso Urdangarín, el abogado José Manuel Romero Moreno, conde de Fontao, marqués de San Saturnino, consejero de Patrimonio Nacional y persona muy próxima a palacio desde al menos 1993. Aunque prefirió ocupar un discreto lugar, a la izquierda del grupo, en la foto de familia, centró toda la atención en el encuentro de este año tras conocerse el pasado fin de semana que, como asesor legal de la Casa, aconsejó que Iñaki Urdangarín abandonara el Instituto Nóos y buscara una actividad profesional por cuenta ajena, a ser posible fuera de España. El asesor puso prudencia y los reyes y los príncipes buena cara al mal tiempo que acecha a la Familia Real, que debido a las circunstancias va a vivir una Navidad bastante diferente a las anteriores, entre otros aspectos, por la posible ausencia de los Urdangarín en las reuniones familiares, ya que probablemente no viajen a España durante estas fiestas para evitar fotografías y más comentarios al respecto.

 

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Posteriormente, los reyes y los príncipes de Asturias han presidido la otra audiencia del día. La última del año para los primeros: la Grandeza española. Acudieron a la Zarzuela como invitados a este tradicional encuentro las duquesas del Arco y de Estremera, los duques de Elío, Linares y Zaragoza, los marqueses de Valtierra, de la Solana, de Campo Real, de Mirasol, de Oreja, de la Puebla de Cazalla y de Salvatierra y los condes de Guadalhorce, Guaqui y Rodas.

La Grandeza constituye la máxima dignidad de la jerarquía nobiliaria española. La concede el rey y va generalmente unida a un Título del Reino y con carácter hereditario. La Grandeza pasó de ser una situación de hecho en el XIV y XV a convertirse con el paso de los siglos en una Corporación específica, estructurada en una Asamblea y un Consejo y Diputación Permanente. Los privilegios y honores de los Grandes consistían encubrirse en presencia del rey, recibir de éste el tratamiento de primos, ser invitados a los principales acontecimientos de la Corona y de la Familia Real, sentarse en un banco preferente en la Capilla Real, no ir a la guerra sino con categoría de Jefes y sueldo de Generales, no poder ser apresados excepto mas por una cédula especial del rey, tener entrada libre en palacio hasta la Galería de Retratos, dos estancias antes de la Regia Cámara, recibir honores militares y disponer de pasaporte diplomático.

 

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