La infanta Elena puso ayer al mal tiempo, por el chaparrón de noticias sobre la supuesta implicación de su cuñado en el caso de corrupción Palma Arena, la mejor sonrisa y ánimo durante la entrega de los Premios Alfonso Ussía. Una ceremonia en la que reinó el buen humor, como estos galardones proclaman, pese a que se trataba para doña Elena de su primer acto público como miembro de la Familia Real española desde que la Casa del Rey anunciara que Iñaki Urdangarín no asistirá por el momento a más compromisos oficiales.
Doña Elena, tan elegante como de costumbre con un traje pantalón oscuro y una blusa blanca con pequeños volantes en la pechera, compartió esta edición mesa presidencial con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, muy juvenil con una mini; la concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, Ana Botella; el presidente de La Razón, Mauricio Casals, y el subdirector de Relaciones Internacionales de este medio, Joaquín Parera.
De cerca siguieron el transcurso de la entrega los inseparables Duques de Alba, que tras haberse prodigado en las últimas semanas en numerosas citas sociales se acercaron a la sede del periódico La Razón para apoyar a su amigo Curro Romero al que se le hizo entrega de uno de los galardones por su trayectoria ejemplar. La deportista Marta Domínguez, la ciudad de Lorca y el estudiante Jorge Guijarro también tuvieron sus premios en esa noche. La infanta no dejó escapar la oportunidad de saludar cariñosamente a la duquesa y probablemente aprovechara su encuentro con doña Cayetana para darle en persona su enhorabuena por su reciente boda con Alfonso Díez.
Con autoridades y premiados disfrutaron también de una gran noche de premio Laura Valenzuela y Enrique Cornejo, Juan Antonio Ruiz Espartaco, la embarazada Irene Villa, que acudió junto a su marido, Juan Pablo Lauro; la bailaora María Rosa, Paloma Segrelles madre e hija, Pepe Sancho y, entre otros, Reyes Monforte.
