El emotivo abrazo de doña Sofía a los Duques de Soria

La Reina presidió la emotiva ceremonia de investidura de sus cuñados como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Valladolid en el campus de la capital soriana

Por hola.com

Hay fotografías que llegan hondo al observador. Instántaneas que no sólo transmiten el gesto sincero, sino que radiografían el corazón de sus protagonistas, como estas del cariñoso abrazo de esta tarde de [doña Sofía] a los Duques de Soria, doña Margarita de Borbón y su esposo, Carlos Zurita, tras ser investidos como Doctor Honoris Causa de la Universidad de Valladolid en el campus de la capital soriana. Un acontecimiento oficial muy personal para la soberana, que presidía el emotivo nombramiento a sus cuñados. Para ellos era, asimismo, un verdadero honor contar con la presencia de la Reina, "un ejemplo admirable de buen hacer", en palabras de la hermana del Rey.

El apoyo regio (y familiar) hacía más extraordinaria para los Duques la ya de por sí fascinante distinción por varios motivos. Porque premiaba su compromiso con la cultura y su apoyo a la misma, aunque ellos niegan que los méritos sean personales y tan sólo se consideran "meros espejos" de la labor de la Fundación que lleva su título a la que han inculcado su "aliento, entusiasmo, vocación de contribuir a facilitar la libertad a los demás y el respeto a las ideas basadas en el estudio y en el análisis"; porque el matrimonio compartió "el honor de recibir al mismo tiempo el máximo grado académico", y porque el escenario elegido para dicho reconocimiento haya sido Soria, ciudad que "llevamos en nuestro corazón". Coronaban emocionalmente este acto la "deferencia absolutamente extraordinaria" de que se celebrara en la sede de la Fundación y el hecho de recibir este Doctorado por la Facultad de Traducción e Interpretación, "especialmente indicado" en el caso de doña Margarita, ya que domina nueve idiomas.

200 invitados y un millar de fotos
Asistieron al acto de investidura alrededor de doscientas personas, encabezadas, además de por la Reina, por el Presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; el alcalde de Soria, Carlos Martínez; el secretario de Estado de Universidades, Mario Subiralta; el rector de la Universidad de Valladolid, Evaristo Abril, y la catedrática del área de Traducción e Interpretación de la Universidad de Valladolid en el campus de Soria, Purificación Fernández, que actuó como madrina de la ceremonia.

Familiares, amigos y personalidades no se perdieron tampoco desde las butacas la entrega a los Duques del libro científico, el anillo, el birrete y los guantes blancos, al son del Gaudeamus Igitur, interpretado por el coro de la Universidad de Valladolid. Les arroparon sus hijos, Alfonso y María Zurita, que ejerció de fotógrafa profesional captando con su cámara los momentos más significativos de la ceremonia; otras autoridades como el delegado del Gobierno en Castilla y León, Miguel Alejo; los consejeros de Educación y Sanidad, Juan José Mateos y Francisco Javier Álvarez Guisasola; el ex presidente de la Junta y diputado por Soria, Jesús Posada; los rectores de Salamanca, José Ramón Alonso y de León y José Ángel Hermida, y la Condesa de Ripalda, madre del Duque de Lugo, entre otros. Y todos fueron también testigos de ese cariño que no se fuerza. De la fuerza del cariño entre cuñados.