El Spanish Institute de Nueva York, promotor de la cultura hispana en Estados Unidos, tuvo siempre en la Reina de España a su aliada y benefactora. A una embajadora excepcional que, además de medalla, bien merecía a juicio del patronato, en señal de agradecimiento y de reconocimiento, que la institución -de entonces 50 años-, la honrara pasándose a llamar Queen Sofía Spanish Institute. Su Majestad la Reina aceptó los honores con gusto y demostrando el mismo afecto que siempre en los cuatro años sucesivos. Fiel a las tradicionales citas en la capital de los rascacielos y a las reuniones extraordinarias que pudieran producirse al otro lado del océano. Como la de ayer. Doña Sofía recibió en audiencia a una representación de los miembros del Patronato de dicha entidad, con motivo de encontrarse en España entre los días 3 y 7 de junio para asistir a la reunión de su Consejo. Un encuentro en Madrid, que también aprovecharán para realizar actividades de interés cultural y social.
[Doña Sofía] saludó a los patronos, quienes le informaron de las distintas actividades realizadas por la institución, creada en 1954 para promover la cultura española en Estados Unidos, a través de conferencias, exposiciones, simposios, encuentros y enseñanza del español. La representación estuvo presidida por el diseñador [Óscar de la Renta], y compuesta por Fernando Aleu, Carlos Cordón-Cardó, Antonio Garrigues, Inmaculada de Habsburgo, Elbrum Kimmelman, José Lladó, Gonzalo de Las Heras, Francisco Lorenzo, Carmen de Piniés, Julio Mario Santo Domingo, Eduardo Sánchez Junco y Joy Ubiña. Rostros habituales de la tradicional gala de las Medallas de Oro, con la que el instituto premia la contribución a la difusión de la cultura hispana en el país estadounidense, y que el año pasado recibieron, de manos de la Reina, el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton y la actriz española [Penélope Cruz].