La celebración oficial del 70 cumpleaños del Rey reunió en el palacio de El Pardo a cuatrocientos sesenta y dos invitados, autoridades en activo y ex altos cargos de las instituciones públicas a las que el monarca agradeció en su discurso su dedicación en estos treinta y dos años de reinado. Todas las instituciones del Estado estaban presentes, así como los presidentes de las Comunidades Autónomas, representantes de los tres ejércitos, de la patronal y los sindicatos.
Esta es la primera vez que el monarca decide celebrar su aniversario con una recepción oficial si bien no tiene nada que ver con los grandes festejos organizados por otros soberanos europeos por esta fecha tan señalada.
Don Juan Carlos ha querido que la celebración fuera el modo de agradecer a aquellos que en algún momento de la democracia han desempeñado cargos institucionales y han contribuido al desarrollo de la sociedad española.
El monarca acompañado por la reina Sofía, los Príncipes de Asturias, la duquesa de Lugo, los duques de Palma y las infantas Pilar y Margarita recibió a las autoridades en el patio central del Palacio. El tradicional besamanos lo abrió el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, que después compartiría mesa con los Reyes y los anteriores jefes del Ejecutivo, José María Aznar, Felipe González y Leopoldo Calvo Sotelol. El gran ausente fue Adolfo Suárez a quién su delicado estado de salud le impidió estar en tan señalada fecha.
Por su parte, don Felipe y doña Letizia cenaron en la misma mesa que el alto representante de la Unión Europea para política exterior, Javier Solana; el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, el lehendakari Juan José Ibarretxe, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y Gregorio Peces Barba, ante quién el Príncipe juró al Constitución a los dieciocho años.
La cena de gala que tuvo lugar en el patio de los Austrias estuvo precedida por los discursos de don Juan Carlos, don Felipe y el presidente del Gobierno. El Rey explicó el motivo de esta excepcional reunión con motivo de su aniversario: "Esta cena me brinda la oportunidad de expresar toda mi gratitud a cuantos me acompañáis esta noche, a los muchos españoles que me han mostrado su afecto en estos días, a quienes no han podido venir, así como a quienes tanto han hecho por España en las tres últimas décadas y ya no están entre nosotros".
Luego siguió: "Mi reconocimiento y gratitud en particular a cuantos ciudadanos, entre ellos tanto servidores públicos, han sido víctimas de la barbarie terrorista. He querido ser Rey de todos los españoles". Agradeció, además, el apoyo de la Reina y de toda su familia y al conjunto de la sociedad española, a sus poderes, instituciones, Comunidades Autónomas, y al conjunto de fuerzas políticas, organismos y entidades que, con tanto empeño, sacrificio e ilusión, han trabajado y trabajan por una España cada vez mejor". La sorpresa de la noche fueron las palabras del Príncipe hacia su padre, fuera de protocolo y antes de que el Rey pronunciara su discurso, don Felipe tomó la palabra con un emotivo mensaje que concluyó con estas palabras: "Gracias, patrón". Su gesto fue recibido con un abrazo entre padre e hijo que rompió la oficialidad y sobriedad del evento.
A la cena asistieron también los presidentes del Congreso y el Senado, Manuel Marín y Javier Rojo, respectivamente; además de los representantes del Tribunal Constitucional, Tribunal Supremo y Consejo General del Poder Judicial, los actuales ministros y sus predecesores en el cargo, el presidente del Consejo de Estado, de Consejo de Cuentas y el Defensor del pueblo están igualmente invitados. Representando al mundo empresarial y los sindicatos acudirán los presidentes de la Confederación Española de Empresarios de la Pequeña y Mediana Empresa (Fepime), Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores.