La reina Sofía ha emprendido esta semana un inolvidable viaje al mundo de los recuerdos con una nueva visita a Grecia. Regresa esta vez a su país natal por motivos de trabajo -una intensa agenda cultural de cuatro días-, pero también con el firme propósito en mente de conjugar sus compromisos con el placer de recorrer las calles y los rincones de Atenas jamás olvidados.
Casualidades de la vida, la ha conducido hasta allí precisamente otro compatriota y, como ella, español de adopción, El Greco, uno de los pintores renacentistas españoles más universales que nació, sin embargo, en Creta. Como homenaje al artista, la soberana asistió en el Teatro Palace de la ciudad al estreno del largometraje de coproducción hispano-griega sobre la vida del pintor Domenikos Theotokopoulos, basado en una biografía novelada del escritor Dimitris Siatopulos,El Greco. Pintor de Dios. Junto a la Reina, se dieron cita el Presidente de la República griega, Carolos Papulias; el Primer Ministro, Costas Karamanlis, y varios ministros. Al término de la cinta, la Reina conversó con el director de la película, Jannis Smaragdis, y algunos de los actores, como Nick Ashton y Laia Marull. Otro de los actos en su honor que ha contado con la presencia de la reina Sofía ha sido la inauguración de la exposición El Greco y su taller que incluye un conjunto de importantes obras del pintor, de su hijo y de otros artistas contemporáneos a él, amenizada por la música española del Siglo de Oro.
Doña Sofía: Medalla de Oro al Mérito de Atenas La apretada agenda de la Reina en Atenas ha dado mucho de sí. Además de estos actos, la soberana ha visitado el Instituto Cervantes de Atenas, uno de los centros con más alumnos de Europa, donde descubrió la placa de la biblioteca que está dedicada al escritor Juan Carlos Onetti. También recibió a los militares de las fuerzas de la OTAN destacados en Tesalónica. Concluirá esta visita cultural mañana, cuando la Reina recibirá la Medalla de Oro al Mérito de Atenas, su ciudad natal, que le entregará el alcalde de la capital griega, Theodoros Mpehrakis, en el Ayuntamiento.
[Doña Sofía] vivió en su país natal desde 1946, cuando los griegos restauraron la Monarquía tras la Segunda Guerra Mundial, hasta que, después de su boda con Juan Carlos de Borbón (1962), en Atenas, se trasladó a España, al palacio de La Zarzuela. En Grecia transcurrió su primera juventud como princesa real, un bello despertar a la vida, que dejó una importante impronta en doña Sofía y que, durante estos días, ha revivido con emoción.
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