Los Príncipes de Asturias presentan a la infanta Sofía a la Virgen de Atocha

Por hola.com

Don Felipe y doña Letizia acudieron esta mañana a la basílica de Nuestra Señora de Atocha para presentar ante la Virgen a su segunda hija, la infanta Sofía, de casi cinco meses de edad, y dar gracias por su nacimiento, cumpliendo así con una antigua tradición de la Familia Real española, que se remonta al siglo XVII.

Los Príncipes de Asturias, con la pequeña Sofía, en brazos la princesa Letiza, fueron recibidos sobre las once por el Presidente de Patrimonio Nacional y por los los frailes dominicos José Martín y Manuel Santos, priores del convento y provincial, respectivamente. Así como también por decenas de madrileños que no han querido perder la ocasión de mostrarles su cariño y contemplar de cerca a la pequeña a su llegada al templo. A esta basílica, tan especial para la Familia Real -Nuestra Señora de Atocha fue proclamada su protectora y de la Monarquía española en 1643 por Felipe IV-, donde el propio [príncipe Felipe] y sus hermanas, las infantas Elena y Cristina, así como la pequeña Leonor, en junio de 2006, fueron presentados ante la imagen bizantina poco después de sus nacimientos y donde [doña Letizia] el día de su boda, depositó su ramo de novia.

Infanta Sofía: un bebé risueño y muy despierto
Ya en el interior del templo, que estaba abierto a los feligreses, el cardenal arzobispo de Madrid, Rouco Varela, dio comienzo ante la Virgen de Atocha, adornada para la ocasión con un manto rojo en honor a la Infanta, con la corona de la reina Isabel II y con el Toisón de oro -habitualmente, a excepción de las grandes ceremonias, se venera sin manto, corona ni condecoraciones-, al breve oficio. Un acto, de apenas quince minutos, que consistió en un gesto de presentación y el rezo de una oración. Una ceremonia en la que la pequeña Sofía -en esta ocasión, la absoluta protagonista en ausencia de su hermana, la infanta Leonor, que cumplía con sus obligaciones escolares en la guardería de la Guardia Real- volvió a hacer las delicias de todos.

La pequeña, que cumplirá cinco meses en diez días y, por tanto, es dos meses más pequeña que su hermana cuando aquella fue presentada ante la Virgen de Atocha, llamó igualmente la atención por despierta y espabilada, así como también por lo grande y guapa que estaba con el sencillo faldón sin mangas, adornado con puntilla, que llevaba -el mismo que lució la infanta Leonor el día de su presentación. Permaneció en brazos de su madre gran parte de la ceremonia, y en los de su padre después, pero en ningún momento paró de agitar los brazos. Doña Letizia, que estuvo muy pendiente de su pequeña durante todo el oficio, estuvo limpiándole continuamente la boquita -probablemente le estén saliendo los primeros dientes- y trató de tranquilizarla dándole el chupete y con cariñosas palabras. Mimos a los que respondió con abiertas sonrisas.

Tras ser despedidos por el arzobispo de Madrid, y después de posar para los fotógrafos allí congregados, entre innumerables muestras de afecto de los feligreses, que les aclamaban, aplaudían, tocaban y daban regalos -una madrileña obsequió a la infanta Sofía con una medalla, que sus padres le pusieron inmediatamente-, los Príncipes de Asturias abandonaron el templo.