Felipe Juan Froilán recibe la Primera Comunión

La princesa Letizia, de baja maternal, y los primos del pequeño fueron las grandes ausencias de esta ceremonia

Por hola.com

Tras el último ciclo de bodas, nacimientos y bautizos reales, se abre ahora un nuevo epígrafe en el capítulo de las celebraciones privadas de la [Familia Real española]: las Primeras Comuniones. Como primogénito de los nietos de los Reyes, ha sido el primero de los ocho primos en acudir al encuentro con Jesús en la Eucaristía inaugurando un nuevo periodo de comuniones reales -la última, la de su tío Felipe, se había celebrado 32 años antes en el palacio de la Zarzuela-. El pequeño, que cumplirá nueve años el 17 de julio, ha recibido su Primera Comunión, como era deseo de sus padres, los Duques de Lugo, junto a sus diecinueve compañeros de catequesis del colegio San Patricio, en la iglesia de San Pedro Mártir del teologado de los Padres Dominicos de Alcobendas (Madrid). Un templo, de hormigón, ladrillo, y una gran estructura metálica, que fue diseñado y construido en los años 50 por el arquitecto Miguel Fisac.

Llegó a la iglesia minutos antes de las 10:30 con sus padres, la [infanta Elena] y don Jaime de Marichalar, y su hermana, Victoria Federica. Felipe vistió para la ocasión, como es tradición desde hace 50 años en su colegio, un traje de marinero, confeccionado, al igual que el de sus compañeros y los vestidos de organza de las niñas, por la modista de la tienda de niños Coque (Castelló, 116). Asimismo, el conjunto que lució la pequeña Victoria Federica -un vestido turquesa con rebeca y calcetines en crudo- también pertenece a la citada firma infantil.

Alrededor de las 11:00, aparecieron la [infanta Cristina] junto a los Duques de Soria; el [príncipe Felipe] solo, sin la [princesa Letizia], que se encuentra de baja maternal; Iñaki Urdangarin, junto a la princesa Irene, y sus abuelos, los Reyes de España -[don Juan Carlos] es, además, su padrino- y doña Concepción Sáenz de Tejada, condesa viuda de Ripalda, que es su madrina de Bautismo.

El pequeño ha vivido la ceremonia, de una hora de duración, con la misma ilusión que todos los demás niños, sin que nada interfiera en ese momento de "interiorización". Tanto el profesorado, que participa de las celebraciones -ésa es una de las razones por las que las comuniones de este centro se celebran en días laborables-, como los padres de los alumnos defienden, desde siempre, la postura de que el Sacramento es un acto íntimo y que ni siquiera la propia familia debe llevar cámaras de vídeo o fotográficas. Un acuerdo al que se llegó hace muchísimos años entendiendo que las llamadas de atención "para posar" distraen la atención de los niños impidiéndoles entender el verdadero significado de recibir la Sagrada Comunión. Una vez finalizada la ceremonia, el niño Felipe se dirigirá con sus familiares al palacio de la Zarzuela, donde tendrá lugar la celebración de su Primera Comunión.