Una familia feliz en la Zarzuela

Por hola.com
Cadenas de flores para la tarta nupcial
Los asistentes al enlace disfrutaron en palacio de un sabroso cóctel de bogavante como primer plato seguido por una ‘suprema de ave con verduras y salsa de estragón’. Foie-gras en gelatina fue otra de las delicias incluidas en el menú, mientras que el postre estuvo compuesto por una selección de frutas variadas y un rico helado de moka. Sin olvidarnos, por supuesto, de la monumental tarta nupcial, de cuatro pisos y decorada con unas hermosas cadenas florales. En la cúspide, una corona (en lugar de la tradicional figurita de los novios) culminaba esta obra maestra de la repostería.

Los regalos
El rey pablo de Grecia regaló a los novios, cuenta Fernando Rayón en su libro, La boda de Juan Carlos y Sofía, una carabela de Plata dorada inglesa del siglo XVIII y un abrigo de visón, la reina Federica regaló a Sofía una gaveta de caoba, un servicio de plata, la diadema de diamantes que llevo el día de su boda y a don Juan Carlos un anillo del siglo V antes de Cristo de oro con un camafeo de ágata anaranjada, que es el que siempre lleva el Rey en el dedo meñique. Don Juan Carlos le regaló a Sofía una sortija con un grueso rubí; Sofía a Don Juan Carlos una pitillera de oro trenzado con cierre de zafiros.
Franco regaló a Doña Sofía una diadema de brillantes transformable en doble broche o collar, la misma que llevaría la infanta doña Cristina el día de su boda con Iñaki Urdangarín y a Don Juan Carlos una escribanía de plata del siglo XV.

Detalles de valor incalculable
El general Degaulle les entregó un neceser de viaje con frascos de Baccarat y los condes de París una vajilla de Sévres; Un vaso de porcelana del siglo XVI y una pieza de brocado oriental fueron los presentes del Presidente de la China Nacionalista Chiang Kai Check; Onassis una excelente piel cibelina; Niarchos un aderezo de rubíes y un centro de mesa que representaba un petrolero de oro macizo; Los príncipes de Mónaco un velero deportivo; El gobierno griego un collar de perlas; La reina de Inglaterra un servicio de mesa de porcelana blanca y dorada y el duque de Gloucester una vajilla de plata; El presidente Kennedy una pitillera de mesa de oro; El rey Humberto de Italia un alfiler de brillantes; El rey Balduino 12 boles de fruta de plata bañada en oro; Los reyes de Dinamarca una vajilla de porcelana de Copenhague; Constantino e Irene tres brazaletes de oro con zafiros, rubíes y esmeraldas; los duques de Alba una petaca de jade y oro y los duques de Montellano unos pendientes del siglo XVIII.
Además de los obsequios arriba mencionados, la duquesa de Alba puso en marcha una iniciativa para que los españoles que lo desearan pudieran hacer sus donaciones a la Pareja a través de una cuenta corriente en el Banco de España.