Histórico posado de los Reyes de España

Quince años después de que se les hicieran las últimas imágenes oficiales, don Juan Carlos y doña Sofía se fotografían juntos en su residencia de la Zarzuela y en la escalinata del Palacio Real

Por hola.com

islas del Egeo y terminó en Londres, cuatro meses después. A su regreso, se instalaron en el palacio de la Zarzuela.

"No hay nada más importante en el mundo que mis hijas"
Los primeros años de matrimonio transcurrieron de una forma sencilla, feliz e íntima. Don Juan Carlos y doña Sofía llevaban una vida austera, sin lujos, pero feliz. Habían decidido contra todo pronóstico quedarse a vivir en Zarzuela. Un pequeño palacete donde podían hacer, de verdad vida familiar, así como vivir con mayor intimidad los difíciles preámbulos de acceder a un trono que no era seguro.

El 20 de diciembre de 1963, doña Sofía dio a luz en la clínica Loreto de Madrid a su primera hija, la infanta Elena. A la primogénita, le seguiría la infanta Cristina, en junio de 1965, y el príncipe Felipe en enero de 1968. "No hay nada más importante en el mundo -comentó doña Sofía en una entrevista- que mis hijas. Los mejores momentos del día son los que paso jugando con ellas. Siempre me cuesta dejarlas cuando me veo obligada a hacerlo para cumplir con mis obligaciones. Pero siempre mantengo la ilusión de que cuando vuelva a casa ellas me estarán esperando".

Noviembre de 1975. Un estrado cubierto de alfombras y adornado con tapices y flores. Dos sillones para los que iban a ser Reyes y tres sillas para los infantes. Y, sobre una mesa pequeña, los seculares de la realeza: la corona y el cetro. Doña Sofía vestía un traje largo con bordados a gran realce en el bajo, y abrigo y bolso del mismo tejido en carmesí. En diagonal, sobre su pecho, lucía la banda azul de la Orden de Isabel la Católica, y junto al collar de perlas, las condecoraciones de la misma orden. En la imagen, la Reina aplaude el discurso de don Juan Carlos que ya ha jurado ante las Cortes, sobre el libro de los Santos Evangelios, como Rey de España.

Treinta y dos años como Reyes de España
Para ser Rey de todos los Españoles había que estar cerca de ellos y don Juan Carlos, siempre en compañía de doña Sofía, no ha dejado de permanecer al lado de éstos durante sus 32 años de reinado. Con sencillez conocieron la nación palmo a palmo, se fundieron con su gente en un inmenso abrazo, en un infinito apretón de manos, se interesaron por sus problemas, compartieron sus penas y sus alegrías… Y, poco a poco, aquel territorio gris y triste por el que comenzaron su andadura como soberanos de España, se fue llenando de luz y de ilusión. A pesar del éxito de su empresa, sin embargo, nunca quisieron aparecer a los ojos de sus gentes como unos gigantes de la historia o como los reyes de los milagros que han prestado servicios impagables al pueblo. No, los Reyes, sin desgana ni fatiga y con un capacidad de seducción, simpatía y calidez humana inestimable, han demostrado, con hechos, que las palabras de don Juan Carlos el día que juró su cargo como soberano, "… quiero ser el Rey de todos los españoles", no eran sólo eso, palabras.