Don Felipe cumple hoy 38 felices años y, como informaron fuentes de la Casa del Rey, lo celebrará "en privado". Aunque no cabe duda de que, ya sea en la intimidad de su residencia, dentro del Palacio de la Zarzuela, o en algún otro lugar, su primer cumpleaños como padre lo festejará en compañía de sus seres más queridos soplando las velas de su pastel junto a su esposa, la [princesa Letizia], y su pequeña, la infanta Leonor, y alzando un discreto e íntimo brindis por el sueño cumplido de ver crecer su familia.
Veinte años después Sin duda, éste ha sido el aniversario más especial del Príncipe como padre de familia y, también, como Heredero. Y es que este lunes se cumplen, asimismo, veinte años desde que [Felipe de Borbón] prestara juramento de la Constitución y prometiera desempeñar fielmente sus funciones, acatar y custodiar la Carta Magna y respetar los derechos de los ciudadanos. Aquel 30 de enero de 1986, en el que alcanzaba la mayoría de edad, el Príncipe de Asturias juró el ordenamiento jurídico en un solemne acto presidido por los Reyes de España en el Congreso y pronunció el discurso, tras serle impuesto por su padre, el [rey don Juan Carlos], el Gran Collar de la Orden de Carlos III, en el Palacio Real.
Y así volverá a ocurrir cuando la heredera del Heredero cumpla los 18. No en vano, se están poniendo en marcha los recursos legislativos para que así sea. Una reforma constitucional, de acuerdo con una recomendación que el Consejo de Estado aprobará el próximo 16 de febrero, eliminará la discriminación en la Corona y allanará el camino para que la infanta Leonor se convierta en Reina de España. La modificación de la Carta Magna necesaria es muy compleja en cuanto a su procedimiento, pero muy fácil de expresar, ya que basta suprimir la fórmula "en el mismo grado el varón a la mujer" del artículo 57.1 y precisar que se aplicaría a los sucesores de don Felipe. También el Consejo de Estado entiende que debería añadirse un apartado en este mismo artículo para que las menciones al Rey y al Príncipe se extendieran a la Reina y la Princesa, en lugar de añadir en cada una de ella su femenino.
