El Rey apela a la moderación y el consenso político en el marco de la Constitución

Por hola.com

Desde el Palacio de la Zarzuela, sentado junto a un árbol decorado con motivos navideños y un Nacimiento, el rey don Juan Carlos se dirigió a todos los españoles con su tradicional Mensaje de Navidad. Un discurso en el que subrayó la vigencia del pacto constitucional: "España es una gran nación. Las últimas décadas de nuestra historia no tienen precedentes en términos de paz, progreso y libertad. No ha sido fácil llegar hasta aquí. Lo conseguido es fruto de los sacrificios de todos lo españoles. Es ampliamente mayoritario el convencimiento de que lo que hemos logrado se lo debemos a la reconciliación, a la concordia y al amplio consenso que permitieron alumbrar nuestra Constitución".

Asimismo, apeló al diálogo responsable y sincero, dentro del respeto a la Constitución, favoreciendo la unidad. "Cierto es que vivimos avances y también algunas dificultades. Y debemos esforzarnos por resolverlas de común acuerdo. Frente a las tensiones y las divisiones, debe prevalecer -por parte de todos- la firme determinación de intentar superarlas desde la moderación y el sosiego, mediante la búsqueda del más amplio consenso en el marco de las reglas, principios y valores de nuestra Constitución".

El terrorismo fue el segundo tema que abordó el Rey en su discurso navideño: "Terminar con el terrorismo sigue siendo un objetivo prioritario e inaplazable. Su profunda crueldad está presente en las cicatrices de tantas familias de víctimas, a las que no debemos y cuyo dolor nunca podremos compensar. Para acabar con esa lacra, debemos incrementar nuestros esfuerzos sabiendo que contamos con los instrumentos del Estado de Derecho, la acción de la Justicia y de las Fuerzas de Seguridad y con creciente cooperación internacional".

También la inmigración tuvo espacio en el tradicional mensaje de Navidad del Rey de este año 2005. "No podemos tolerar que prospere el tráfico de seres humano. Tampoco debemos permitir que 'inmigración' sea sinónimo de muerte, explotación o discriminación. Debe ser abordada por todos con profundo sentido de la responsabilidad".

Y, por último, el Rey hizo alusión también al nacimiento de la infanta Leonor y, con él, a la continuidad dinástica. "El año concluye con el muy feliz nacimiento de la infanta Leonor, que amplía y garantiza la continuidad en la sucesión".

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