Crónica de un embarazo real

Por hola.com

Dos días antes de conocerse la noticia (viernes 6 de mayo), don Felipe y doña Letizia habían presidido en Rubí (Barcelona) el XXV aniversario del Instituto de Enseñanza Secundaria Duc de Montblanc, y en el rostro de ambos se reflejaba una especial felicidad. Había, por otra parte, en sus ojos un singular brillo. En el fondo, ellos sabían en ese momento lo que los demás ignoraban. Al día siguiente del esperado anuncio, los príncipes de Asturias iniciaban una visita oficial de cinco días a las islas Baleares, al comienzo de la cual, don Felipe, ante la inevitable... mitad felicitación, mitad pregunta, comentó: «No podemos ocultar la felicidad que sentimos por nuestro futuro primer hijo». Este viaje a la Comunidad balear constaba de 23 apretados actos oficiales, a algunos de los cuales, doña Letizia no pudo asistir.

Tres viajes al extranjero
Sin embargo, desde el inicio de esa visita a las islas hasta su último acto oficial antes del citado ingreso en el Ruber —el desfile del Día de la Fiesta Nacional, el 12 de octubre— fueron setenta y seis los compromisos de representación que tenía programados en tan sólo cinco meses, y ya no se perdió ninguno de los restantes. De la felicidad de los príncipes participaban —lógica y, sobre todo, abiertamente— Sus Majestades los Reyes, porque estaba de camino el que será su séptimo nieto, a la vez que «heredero del heredero». Así, se pudieron captar cariñosos gestos de don Juan Carlos para con doña Letizia y una mayor complicidad, si cabe, entre la Reina y la princesa de Asturias. De los antedichos actos a los que asistió la princesa, catorce tuvieron lugar en el palacio de la Zarzuela, diecisiete en Madrid capital, catorce en otros lugares de España y el resto en los tres viajes al extranjero realizados junto al príncipe Felipe. El primero de esos viajes tuvo como destino Japón, con tres días de estancia en este país; el segundo, a Praga, el 12 de septiembre, y el último, a Milán, el 22 del mismo mes.