Escuchar las grandes voces de la soprano ucraniana Maria Guleghina, el tenor Jaume Aragall y el barítono Joan Pons han sido motivo más que suficiente para que los Príncipes de Asturias abandonen por unas horas las cálidas tierras mallorquinas y se trasladen, en un viaje fugaz, hasta Gerona, donde asistieron, entre otros actos, a la gran noche lírica del festival internacional de música, celebrado en el auditorio de los jardines del castillo de Peralada.
Procedentes de Palma de Mallorca, donde se encuentran descansando y disfrutando de unas familiares vacaciones, el príncipe Felipe y su esposa, [Letizia Ortiz], muy favorecida con un discreto vestido de color blanco que resaltaba su bronceado, y chaqueta a juego de manga tres cuartos, lucía espectacular y muy elegante su casi sexto mes de embarazo. A su llegada a los jardines de Peralada, entorno a las siete de la tarde, los Príncipes fueron recibidos por los anfitriones, el matrimonio formado por Artur Suqué y Carmen Mateu, además de diversas autoridades locales y personalidades.
Entrega de premios Antes de la gala lírica, que tuvo lugar por la noche, don Felipe y doña Letizia presidieron el acto de entrega de los premios de la IV Nit del Girona Convention Bureau, en el que el Príncipe comenzó su discurso en catalán, aunque finalizó su intervención en castellano. El Príncipe de Asturias destacó la importancia de las comarcas de Gerona y de la Costa Brava por "su situación privilegiada y la alta calidad de sus servicio y equipamientos turísticos que las han convertido en punto de destino de millares de visitantes de todo el mundo". De ahí que estos premios destaquen la labor de quienes han aportado riqueza a los atractivos culturales de la comarca, como ha sido el caso de la revista Top Girona, la empresa La Selva de l’Aventura, por su nuevo concepto de parque de aventuras o de algunas instituciones como la Fundación Gala-Salvador Dalí y la Juventuts Musicals de Torroella, de Montgrí.
