Historia de las pilas bautismales

Por hola.com

Lleva el nombre esta pila real de Domingo de Guzmán. El santo que, siendo un bebé, fue bautizado en ella, en 1170, en la iglesia de Caleruega, Burgos.

La joya, una pieza románica de piedra blanca sin bruñir guarnecida en plata, fue trasladada, en 1605, por orden de Felipe III, al convento de los dominicos de San Pablo de Valladolid, donde recibió el bautismo su hijo Felipe IV. Y desde ahí, siguiendo los pasos de la corte, la pila se instala en Madrid. En la iglesia del convento de las madres dominicas, cercano al palacio Real, donde se puede visitar.

Presente, desde hace siglos, por lo tanto, en la monarquía española, esta reliquia santa no ha faltado a ninguno de los bautizos de los Príncipes de Asturias e infantes. En el último siglo, a excepción de los nacidos en el exilio, todos los hijos del rey Alfonso XIII: don Jaime, doña Beatriz y don Juan; y todos los del rey Juan Carlos: la infanta Elena, la infanta Cristina y el príncipe don Felipe. En esta pila, también sería bautizada solemnemente, la reina Isabel II.

La pila del palacio Real
Los cuatro nietos de los reyes de España, Froilán, Juan Valentín, Victoria y Pablo Nicolás han recibido el sacramento del bautismo en la pila del palacio Real o de Oriente. Una pequeña joya que ha estado presente, desde principios del siglo XIX, en los bautizos de los descendientes, no infantes, de la [Familia Real española]. Se trata de una palangana de plata sobredorada, hecha en la Real Fábrica de Platería.