La recién nacida permaneció dormida casi toda la ceremonia y sólo protestó levemente cuando el cardenal Rouco hizo la señal de la cruz sobre su frente. Momento en el que doña Cristina le puso el chupete para evitar que las protestas fueran a más. Una terminó la misa, la Infanta, con la pequeña en brazos, junto a su esposo y sus otros hijos, hizo el acto simbólico de presentación de la niña mientras el coro del convento de Galapagar cantaba la Salve.
Una ceremonia muy familiar Tal y como se había anunciado, el bautizo se celebró en el ámbito privado de los Duques de Palma con una ceremonia íntima y familiar. Una ceremonia que seguro resultó especialmente emotiva para los Príncipes de Asturias que esperan, felices y dichosos, la llegada de su primogénito para el próximo mes de noviembre, que será el protagonista del próximo bautizo real en la Zarzuela. Como muchas damas invitadas, doña Letizia, embarazada de cinco meses, combatió el calor con un abanico de color blanco a juego con su traje. Un favorecedor conjunto de corte premamá en tono blanco perla del diseñador Felipe Varela.
La elegancia de las damas de la Familia Real volvió a brillar en esta ocasión. Todas apostaron por colores claros: blanco y distintas gamas de verde. La [infanta Cristina] lució un conjunto de falda y blusa de gasa con escote abierto y una lazada lateral; la Duquesa de Lugo vistió un traje de chaqueta y falda en un verde pastel con adornos bordados en la cintura, y la Reina, un conjunto verde manzana con abanico a juego. La madrina de la niña, Rosario Nadal -una de las mujeres más elegantes del mundo según todas las listas-, tampoco defraudó. Asistió con un conjunto en tono perla con encajes en mangas de la chaqueta. Completó su look con un moño estilo italiano.
Acompañaron a la [Familia Real española] en el feliz acontecimiento un total de 50 invitados, entre los que se encontraban los abuelos paternos de la pequeña Irene, Juan María Urdangarín y Clara Liebaert; los hermanos de [Iñaki Urdangarín], y la familia más cercana de Sus Majestades los Reyes. Así como, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con su esposa, Sonsoles Espinosa; el equipo médico, que asistió el nacimiento de la pequeña Irene, y los máximos responsables de la casa de Su Majestad el Rey.
