365 días, 200 actos oficiales y 156.000 kilómetros después del histórico 22 de mayo de 2004, los Príncipes de Asturias han cumplido su primer aniversario de casados. Un año de sueños y misiones cumplidas, que ha tenido como broche de oro el anuncio de su futura paternidad para el próximo mes de noviembre y que, en contraste con lo multitudinarias de sus nupcias, celebraron ayer en privado.
Tras un viaje relámpago a Washington, donde el Príncipe recomendó a los nuevos graduados de la Universidad de Georgetown que se lanzaran a "la aventura de formar una familia", [don Felipe] se reunió el mismo domingo por la mañana con su esposa en su residencia, en el complejo de la Zarzuela. Al parecer, estaba previsto en un principio que los Príncipes celebraran un pequeño ágape por la tarde en su palacete al que asistirían algunos familiares y amigos.
No sólo para don Felipe y [doña Letizia] el día fue muy diferente al del año anterior, también lo fue para los Reyes. En esta ocasión, sus agendas les mantuvieron separados: a [doña Sofía] presidiendo en Madrid la inauguración de la Kermés 2005, una fiesta benéfica organizada por la Asociación Damas Diplomáticas, y al Rey entrenando a bordo del nuevo Bribón.
