La isla de Menorca se vuelca en la bienvenida a los Príncipes de Asturias

Por hola.com

La tercera jornada en Baleares de los Príncipes de Asturias siguió el mismo esquema de las dos anteriores: un baño de multitudes tras otro. El caluroso recibimiento que otorgaron en Mallorca a don Felipe y doña Letizia fue rebasado, si es posible, por el que les concedieron en Menorca. En muestras de cariño, felicitaciones y, también, regalos.

La primera parada de su visita tuvo lugar en el Consell Insular, a las afueras de Mahón. Los Príncipes llegaron en helicóptero desde Palma, acompañados por el Presidente balear, Jaume Matas, para reunirse con los dirigentes políticos de la isla. Allí, Joana Barceló, presidenta de esta institución, solicitó ayuda a la Corona para resolver los problemas económicos de la isla y construir puentes de integración con la capital balear y con la península. El [príncipe Felipe] prometió apoyo: "Podéis contar con mi compromiso personal junto al de la Princesa, nacido de la vocación de servicio a los españoles que conlleva la función integradora desempeñada por la monarquía parlamentaria".

A continuación, baños de masas por doquier. El fervor de los lugareños de Mahón llegó a cotas insospechadas en el claustro del Carmen, donde los Príncipes mantuvieron un encuentro de trabajo con empresarios. Los ciudadanos se agolparon en las inmediaciones y no dejaron de pedir autógrafos y hacer fotos a don Felipe y [doña Letizia], que acaparó la mayoría de los flashes. Y es que el embarazo de la Princesa ha desbordado las previsiones del viaje balear de los Príncipes y, en parte, hasta ha robado protagonismo a la visita en sí misma. Pero todos, al fin y al cabo, han quedado contentos por la deferencia de la pareja al elegir Baleares como destino de su primera visita oficial a una Comunidad juntos y, además, como escenario de su primera aparición pública tras el anuncio de su próxima paternidad. La entrega de los isleños en compensación ha sido total. Tanto que el Príncipe llegó a emocionarse por las muestras de cariño -los gritos entusiastas y las lágrimas- que les dedicaron algunos jóvenes.

Una nana y un baile popular
Tras un almuerzo con las autoridades en un restaurante del puerto, don Felipe y doña Letizia se dirigieron a Alaior, donde visitaron la cooperativa de quesos Coinga, y, a continuación, a Ciudadela. Allí, fueron nuevamente arropados por una gran multitud. Recorrieron sus calles abarrotadas de niños, jóvenes y mayores que habían salido de sus casas para ver a doña Letizia, que ayer pudo asistir a todos los actos al no padecer los síntomas propios de su estado. Contemplaron un baile popular en la plaza del Born, después escucharon una nana de la Capella Davídica en la catedral, donde fueron recibidos por el obispo de Menorca, monseñor Joan Piris Frígoloa, y continuaron caminando hasta el claustro del Antiguo Seminario. Posteriormente ofrecieron una recepción a las autoridades y la sociedad civil de la isla. Hoy se dirigieron a Ibiza y Formentera.