Después de haber pasado unos días de vacaciones con el resto de la Familia Real en Mallorca —tal como informamos en su momento—, la [infanta Elena], su esposo, Jaime de Marichalar, y sus dos hijos, Juan Froilán y Victoria Federica, se han instalado nuevamente en su domicilio de Madrid, donde continúan con su vida de siempre.
El Duque de Lugo, que se encuentra muy recuperado de las secuelas que le dejó el infarto cerebral tras la rehabilitación que ha llevado a cabo en una clínica de Nueva York, desarrolla una actividad normal, atendiendo sus ocupaciones profesionales y ocupándose de las obligaciones familiares, en especial de la atención de sus dos hijos, Juan Froilán, que el pasado julio cumplió cinco años, y la pequeña Victoria Federica, que precisamente estos días, en concreto el pasado 9 de septiembre, celebró su tercer cumpleaños.
Uno de estos días pudo vérsele paseando con ellos por los alrededores del domicilio familiar, y su imagen, una vez más, no pasó inadvertida para quienes le reconocieron. Y es que el duque de Lugo llevaba uno de los personales atuendos informales a los que, de vez en cuando, nos tiene acostumbrados. En concreto, Jaime de Marichalar vestía pantalón claro, camisa veraniega y chaqueta oscura con un original gorro a juego, complementándolo con un bolso en bandolera, tan de moda, de Louis Vuitton, prestigiosa firma que está integrada en el grupo empresarial para el que él trabaja como consejero.
Juan Froilán y Victoria Federica iban vestidos con idénticos conjuntos. Se cree, por otra parte, que los pequeños, tras pasar los últimos meses con sus padres en Nueva York, se incorporarán este curso a un colegio madrileño.
