A continuación, a eso de la media mañana, don Juan Carlos y doña Sofía se dirigieron a la Galería Nacional de Arte extranjero, donde inauguraron oficialmente la exposición escultórica del artista español Francisco Leiro. La muestra, comisariada por Santiago B. Olmo, reúne una treintena de obras pertenecientes a la colección de Leiro, así como a la Galería Malborough , que da idea de su trayectoria artística desde los años 80 hasta nuestros días. Allí mismo, en una planta del museo dedicada al arte extranjero del Renacimiento, los Reyes recibieron a la colonia española residente en Bulgaria. "España y Bulgaria son, en muchos aspectos, países cercanos que comparten una historia y una misma tradición europeas. Esta visita de Estado expresa nuestra firme voluntad de potenciar las mejores y más intensas relaciones con un país amigo, llamado a convertirse pronto en socio y aliado. Sabemos que vuestra presencia, trabajo y ejemplo en esta sociedad contribuyen a estrechar los lazos entre nuestras dos naciones", dijo el Rey en su discurso dirigido a la colectividad española.
Almuerzo en el palacio de Vrana
Inmediatamente después, y haciendo honor a la amistad que les une, los Reyes de España almorzaron con el rey Simeón y su esposa, Margarita, en el palacio de Vrana, residencia oficial y personal del Primer Ministro. El mismo edificio en donde, hace menos de un año, la hija menor de Primer Ministro, Kalina de Bulgaria, y el que entonces era su novio, Kitín Muñoz, anunciaron su compromiso.
Por la tarde, unas horas antes de la celebración de la gran cena de gala ofrecida por el presidente de la República y su esposa, Zorca Petrova Parvanova, en honor de Sus Majestades los Reyes de España, éstos asistieron a dos actos oficiales: inauguración de la Unidad de Angiografía y placa en el hospital Universitario de Lozenezt; y visita a la Asamblea Nacional, para conocer de la mano del presidente de este organismo, el señor Ognian Gerdzikov, a los jefes de los grupos parlamentarios.
Cena de Gala
La reina doña Sofía, radiante con un elegante y sofisticado traje de encaje negro, fue, sin duda, la gran protagonista, junto a la primera dama, Zorca Petrova, también vestida con un traje de encaje, aunque, en su caso, de color blanco, de esta gran cena de gala que tuvo lugar por la noche en la sala Sofía del hotel Kempinsky Zografsky. Una recepción a la que no faltaron el Primer Ministro, Simeón de Bulgaria, y su esposa, Margarita, muy elegante con un traje de noche de dos piezas de color ocre y marrón tornasolado.
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