También va al gimnasio En otra de las jornadas, Jaime de Marichalar acudió a un gimnasio cercano a su casa, concretamente al Holiday Gym, el mismo donde sufrió el infarto cerebral al que nos referíamos anteriormente, el 22 de diciembre de 2001. En aquel entonces, el Duque de Lugo solía pasar horas poniendo a punto su cuerpo en sus instalaciones, y fue precisamente mientras practicaba diferentes ejercicios en una bicicleta estática cuando se le manifestó el infarto. Ahora, como mencionábamos antes, vuelve a este gimnasio cuando se encuentra en Madrid con el fin de continuar los ejercicios de recuperación y mantenimiento que lleva a cabo en Nueva York. En uno de estos días se dirigió a sus instalaciones, trasladándose en coche hasta ellas. Vestía prendas deportivas, y tras bajarse del vehículo, recorrió a pie el espacio que le separaba de la entrada sin requerir ningún tipo de ayuda, lo que demostraba que la terapia de rehabilitación que sigue está teniendo resultados muy positivos. Tras permanecer en el interior del gimnasio un cierto tiempo, el Duque de Lugo salió del mismo igual que había entrado, introduciéndose en su vehículo sin ninguna ayuda.
Una tarde en los toros Tal como decíamos, la recuperación de Jaime de Marichalar es cada vez más completa, y al igual que hace en Nueva York, donde suele acudir a reuniones y actos sociales con la infanta Elena, en Madrid compaginas sus obligaciones y ocupaciones profesionales con la asistencia a otros lugares de especial interés para él; por ejemplo, a la plaza de toros de las Ventas, donde estos días se celebra la Feria de San Isidro.
Jaime de Marichalar es, como se sabe, un gran aficionado a la fiesta nacional, al igual que su esposa, y no quiso perderse la oportunidad de presenciar uno de los festejos de la feria madrileña. Por ello asistió a uno de los más esperados, el que protagonizaron los diestros Enrique Ponce, Antonio Ferrera y Javier Valverde.
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