El edificio, de 11 plantas con vistas al mar, pretende ser una versión moderna de la antigua Biblioteca de Alejandría, en la que se reunía todo el saber de la antigüedad y que fue destruida por las llamas hace unos 2.000 años, después de haber sido fundada por Ptolomeo I en el siglo III a.C.
Según la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en la biblioteca, que en el futuro albergará 8 millones de libros, hay actualmente 240 mil volúmenes. Libros que tienen el fin de erigirse en un símbolo del conocimiento en un intento de representar la diversidad de disciplinas y culturas universales.
Al poder de representación de estos libros se suman también los miles de signos (pictogramas, jeroglíficos, letras) que representan a todos los alfabetos y escrituras conocidos del mundo.
El edificio representa la salida del sol
La nueva biblioteca, que cuenta con infinidad de salones de lectura, un planetario, una biblioteca para ciegos, varios salones de exposiciones, 50.000 manuscritos antiguos, 50.000 mapas, ocupa más de 85.000 metros cuadrados y ha costado 200.000.000 de euros. Cifra que ha sido financiada parcialmente por gobiernos y organizaciones extranjeras que han visto en esta biblioteca "una ventana espiritual de Egipto al mundo".
El nuevo edificio, con un techo inclinado de color plateado y la fachada de granito gris, es obra del consorcio de arquitectura Sonhetta/Hamza y está considerada como un prodigio de la arquitectura con un diseño que representa la salida del sol en el paseo marítimo de Alejandría. Su forma circular es, de hecho, un intento de asemejarla al astro rey y los cuerpos celestes para que nadie olvide que un día fue el centro del saber.
