Marcado por los 11 años que vivió en París, don Jaime ha mostrado desde siempre una inmensa inquietud por el mundo de la moda; circunstancia que ha hecho de él un auténtico experto. En la actualidad, no sólo es uno de los hombres más elegantes sino uno de los que más sabe de este universo en el que se maneja a la perfección. Por eso, el duque de Lugo no encontrará especialmente difícil incorporarse a esta casa en la que, y al menos en determinas prendas como pañuelos y corbatas, se pone constantemente de manifiesto una de sus grandes pasiones: la historia y el arte español de los siglos pasados. Especialmente, del XVI a XVIII.
¿Cambiará el duque de Corbatas y de zapatos?
Claro que, ahora surgen preguntas como: ¿tendrá que cambiar sus corbatas de Hermes por las de Loewe? (diseños clásicos seda pesada como a él le gustan); y ¿sus zapatos ingleses John Lobb?; y ¿los trajes al más puro estilo inglés con chaleco hecho a medida?, y ¿sus camisas Hackett?
preguntas que se irán desvelando con el paso del tiempo, su mejor aliado. ¿Cómo sino, en siete años de matrimonio, don Jaime ha dejado de ser el joven predestinado a casarse con una Infanta para convertirse en el perfecto consorte? ¿En ese hombre que ha sabido ganarse, poco a poco, el respeto y la simpatía de sus conciudadanos?
