La infanta Cristina, con los discapacitados

Por hola.com

Con un elegante conjunto de pantalón y blusa de color negro y una chaqueta de cuero beige, y luciendo una envidiable figura, la Infanta Cristina amadrinó las nuevas instalaciones, ubicadas en la localidad barcelonesa de Badalona, de la Cooperativa Industrial de Recuperación (COINRE). Una entidad que surge, a raíz de la iniciativa de padres afectados por el retraso mental, para combatir la exclusión social que sufren estos enfermos, una vez concluido su período de formación escolar, al no encontrar ningún tipo de actividad a la que poder dedicarse.

Para luchar contra esta situación, las familias se asociaron y crearon, en 1969, una escuela taller donde sus hijos pudieran demostrar sus capacidades. COINRE dispone actualmente de un centro ocupacional, que acoge a 230 personas discapacitadas psíquicas, y un centro especial de empleo, integrado por 270 trabajadores con contrato laboral.

Doña Cristina rompió el protocolo
La Duquesa de Palma, que recorrió las instalaciones acompañada por Maite Arqué, alcaldesa de Badalona; Josep Grané, presidente de la cooperativa, e Irene Rigau, consejera de Bienestar Social, conquistó los corazones de todos cuántos allí se encontraban. Y, principalmente, los de los trabajadores de COINRE, que tuvieron la oportunidad de conversar con la Infanta.

Antes de descubrir la placa conmemorativa de la inauguración de esta nueva sede, cuya superficie total es de 3.750 metros cuadrados, Gema, una de las empleadas, se acercó tímidamente a ella para regalarle una cesta con dos velas, un gesto que [infanta Cristina] agradeció con una enorme sonrisa.

La divertida jornada concluyó con la tradicional foto de familia, tras la cual todos, muy ilusionados, quisieron despedirse de la Infanta con un beso. En esta ocasión, doña Cristina rompió el protocolo y se acercó a saludar a los numerosos badaloneses, que esperaban impacientes en la calle.