Treinta años después de aquella primera aventura real su nieto, el príncipe don Juan Carlos embarcaría en Cádiz (1958) como guardamarina de su respectivo crucero de instrucción. A él le seguiría su padre, el conde de Barcelona, que como almirante, en 1979, daría la vuelta al mundo, coincidiendo con el cincuenta aniversario de su entrega a la Armada... Ocho años, después, (1987), su nieto, continuaba con la tradición en el adiestramiento y formación a bordo como caballero guardiamarina. Por último y, también, por primera vez en la historia, el 29 de julio del año 2001, doña Sofía se embarcaba en Elcano convirtiéndose en la única reina de España que navegó y pernoctó en un buque de la Armada.
"Como alumnos, como guardiamarinas, -añade el Príncipe-, como un oficial de la Armada es la primera experiencia que se tiene de permanencia en la mar, de convivencia y de instrucción marinera prolongada. El guardamarina, cuando no ha embarcado, tiene un conocimiento limitado y la instrucción es la gran iniciación. Por ello, hay un antes y un después, tras la experiencia de Elcano. Si la Armada no tuviera ‘un Juan Sebastián Elcano’ lo tendría que inventar".
Al frente, Juan Sebastián Elcano
La silueta de Elcano y, de nuevo, un idílico adiós, el pasado lunes. En la bahía alicantina, después de una espectacular parada naval. Un desfile de barcos - de los más importantes veleros clásicos del mundo y 80 navíos, todos con impulsión a vela- en el inicio de la Regata Cutty Sark, con el Juan Sebastián Elcano al frente y la patrulla Águila del Ejército del Aire. Siete aviones rindiendo honores a los miles de personas, (militares y civiles), con sus acrobacias aéreas realizadas sobre los veleros: echando humo de colores y trazando en el cielo la bandera de España.... El inicio de la singladura de los «caballeros de los mares» rumbo a Málaga, próxima escala de la regata, durante un acto que presidió el ministro de Defensa, Federico Trillo.
"La primera noche tuve guardia y había temporal"
"La primera noche fue la más dura. Hubo un gran temporal durante nuestra travesía hacia Canarias y fue, digamos, la manera de adaptarse lo más rápidamente posible. Tuve guardia esa noche y estar a bordo presenciando un temporal, en mitad de la mar, es una experiencia que marca" .
La vida normal de un buque no suele sobrepasar los 30 años de vida. Es, por lo tanto, un acontecimiento excepcional que Elcano haya cumplido 75 "Celebrar en centenario de un buque de la armada va a ser algo extraordinariamente único. Ya es un hito, en cualquier armada, que haya cumplido 75 años.
Un motivo de unión y de hermandad para todos los oficiales, suboficiales y marineros que han pasado por el buque. Nos sentimos como una gran familia y aprovecho para felicitar a la Armada en este 75 aniversario; así como a todos los que sienten que Elcano forma parte de sus vidas. Hombres y mujeres que han tenido una experiencia única abordo".
)
)
)
)
)
)
)
