Memorias del Príncipe de Asturias en el mar

Por hola.com

Embajador de España en todos los puertos del mundo donde ha estado atracado durante estos 75 años. Nave elegante y de estilizada silueta presente, desde hace décadas, en la memoria de españoles y, especialmente, de todos los oficiales de la Armada que pasaron por su escuela y se empaparon durante los meses de instrucción de su rango y prestancia.
Nueve vueltas al mundo -la décima comenzará en octubre- arropadas por miles de historias, aventuras, confesiones, anécdotas, temporales, triunfos, miedo, valor, juras de bandera, desfiles navales, regatas, recibimiento y despedidas, así como la visita de las personalidades: Reyes y jefes de Gobierno, de todo el mundo, estuvieron a bordo y son, desde entonces, parte de esa crónica escrita a mano por los comandantes de la nave a lo largo de las décadas en el precioso su camarote de ricas maderas.



"Una experiencia maravillosa"
"Son muchísimos los recuerdos- explica don Felipe ante las cámaras de TVE- de mi experiencia en Elcano. Para todo oficial de la Armada la posibilidad de embarcar viene acompañada de una enorme ilusión y, en mi caso, ésta se acrecentaba por la experiencia familiar. Por mi padre y por mi abuelo, como Almirante, cuando dio la vuelta al mundo. Por eso, la experiencia de embarcar durante seis meses fue maravillosa".
Con una maqueta de Elcano a su espalda y vestido con el uniforme de gala de la Marina, el príncipe concedió una entrevista a TV2 con motivo de la celebración del 75º aniversario del Buque escuela más antiguo del mundo. Una joya marítima que ha estado unido a la [Familia Real española] desde que se hiciera a la mar, por primera vez, el 29 de febrero de 1928 cuando durante su viaje inaugural entre Cádiz y Málaga sube a bordo un pasajero de Excepción, el Rey Alfonso XIII.

"Si la Armada no tuviera ‘un Juan Sebastián Elcano’ lo tendría que inventar"

Treinta años después de aquella primera aventura real su nieto, el príncipe don Juan Carlos embarcaría en Cádiz (1958) como guardamarina de su respectivo crucero de instrucción. A él le seguiría su padre, el conde de Barcelona, que como almirante, en 1979, daría la vuelta al mundo, coincidiendo con el cincuenta aniversario de su entrega a la Armada... Ocho años, después, (1987), su nieto, continuaba con la tradición en el adiestramiento y formación a bordo como caballero guardiamarina. Por último y, también, por primera vez en la historia, el 29 de julio del año 2001, doña Sofía se embarcaba en Elcano convirtiéndose en la única reina de España que navegó y pernoctó en un buque de la Armada.

"Como alumnos, como guardiamarinas, -añade el [príncipe Felipe]-, como un oficial de la Armada es la primera experiencia que se tiene de permanencia en la mar, de convivencia y de instrucción marinera prolongada. El guardamarina, cuando no ha embarcado, tiene un conocimiento limitado y la instrucción es la gran iniciación. Por ello, hay un antes y un después, tras la experiencia de Elcano. Si la Armada no tuviera ‘un Juan Sebastián Elcano’ lo tendría que inventar".