¿Por qué tan cerca del Palacio de la Zarzuela?

Por hola.com

La mayor presencia pública del Príncipe de Asturias, así como la capacidad limitada del palacio de la Zarzuela motivaron, hace unos años, empezar a contemplar el estudio de una residencia para don Felipe. Un edifico que sería concebido como un hogar pero, también, como el escenario desde el que habría de desarrollar las funciones Institucionales y representativas del heredero de la Corona. Así, después de contemplar todas las posibilidades, y de descartar el restaurar o adaptar, a su necesidades, alguno de los edificios históricos -razones de presupuesto, problemas técnicos insalvables y, también, porque la mayoría de estos palacetes ya estaban destinados a otras necesidades y, en algunos casos, abiertos al público- la Casa del Rey y Patrimonio Nacional optaron por una nueva edificación.

El Pabellón del Príncipe
Pensaron, entonces, en la posibilidad de aprovechar al máximo la infraestructura del Palacio de la Zarzuela -perímetro de seguridad, instalación de telecomunicaciones, terreno propio- para levantar un edificio en el que don Felipe pudiera vivir cerca de su lugar de trabajo en el ejercicio de la representación que la Constitución atribuye a la Corona y construyeron: El Pabellón del Príncipe.

Para la edificación de esta casa se han tenido en cuenta varias premisas. Entre ellas, merecen especial atención los siguientes apartados:

I) Que es más que posible que El Pabellón del Príncipe, se convierta en el futuro en el edificio representativo de la Jefatura del Estado.

II) Que no sería adecuado que, en el caso de que el Rey o la Reina se quedaran viudos, uno de ellos tuviera que abandonar la Zarzuela, su hogar, para dejar espacio al nuevo Rey, Felipe VI.

III) Que por su ubicación, a un kilómetro de la Zarzuela, se podía aprovechar al máximo los sistemas de seguridad que rodean a la Familia Real.

IV) Y, por último, que los terrenos de edificación, en El Pardo, no suponían ningún coste añadido.

Con vistas a la Zarzuela
La nueva residencia de don Felipe, a la que se trasladará, según lo previsto, después del verano del año 2002, está situada tan sólo a un kilómetro de la Zarzuela -separados exclusivamente por un valle-, y desde ella, el Príncipe podrá ver el viejo edificio donde los Reyes, a partir de un sueño, construyeron un futuro, y donde él mismo vivió hasta los 34 años bien cumplidos.