New York city ha sido toda esta semana Royal city. La ciudad de los rascacielos se ha impregnado durante estos días de la esencia regia, gracias a la presencia de reyes, reinas, príncipes y princesas, que tomaron la Gran Manzana para discutir sobre los retos y problemas mundiales más acuciantes. Después de las visitas del Rey, Abdalá y Rania de Jordania y de Máxima de Holanda y Mette-Marit de Noruega, la Corte Real neoyorquina seguía atrayendo a más miembros de la realeza y ha aterrizado al fin la que faltaba.
Mary de Dinamarca llegaba a Nueva York para participar anoche en la sede central de las Naciones Unidas en el lanzamiento del proyecto ¿Por qué la pobreza?, cuyo objetivo es llamar la atención sobre la pobreza y la desigualdad en el mundo a través de la emisión de varios documentales sobre esos problemas. Una campaña en la que participan 60 cadenas públicas de todo el mundo, incluida la DR danesa.
La princesa Mary contribuyó a la causa con su alerta roja, un encendido discurso y un look al rojo vivo, durante su intervención en un debate en el que también participaron el ministro de Desarrollo danés, Christian Friis Bach; el actor y activista Danny Glover y la asesora especial para la planificación del desarrollo post 2015 de la ONU, Amina Mohammed. Tampoco su simpatía y su naturidad harán fácil olvidar este primer encuentro. La Princesa permanecerá hasta el domingo en la ciudad estadounidense para participar en una reunión de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) y mantendrá varias reuniones, entre ellas con la líder de este organismo, María José Alcalá. Y, con su partida, Nueva York se quitará la tiara. Sólo por un rato.
