Aunque la Princesa no sale de cuentas hasta mediados de mayo, la prensa escandinava especula con la posibilidad de que el parto se adelante debido a que sus contracciones son cada vez más fuertes
La dulce espera de la maternidad toca a su fin para la princesa Marie. Apenas tres o cuatro semanas para la llegada al mundo del bebé. Y, tal vez, alguna menos. La prensa está en vilo ante la posibilidad de que el parto se adelante ya que, aunque la esposa del príncipe Joaquín no sale de cuentas hasta mediados de mayo, sus contracciones son cada vez más frecuentes y más fuertes. Prematuro o no. A nadie pillará por sorpresa el nacimiento.
Los operativos están listos para actuar con éxito en todos los frentes. La sala donde habitualmente dan a luz a sus hijos las damas de la [Familia Real danesa] ha sido preparada al detalle, incluyendo sofás para las visitas y una pantalla de TV de plasma, y el equipo médico que se ocupará del parto se encuentra ya en estado de alerta, según la revista Billed-Bladet. El primer hijo de los príncipes Joaquín y Marie, que se casaron en mayo del año pasado, vendrá al mundo en la misma habitación del Rigshospital que sus hermanastros los príncipes Nicolás y Félix -fruto del matrimonio anterior del segundo hijo de la reina Margarita con la condesa Alejandra- y sus primos los príncipes Christian e Isabella.
Tampoco le faltará en esos momentos el apoyo de su madre. A Françoise Grassiot no le sorprenderá el alumbramiento de su hija en Ginebra, donde habitualmente vive, ya que puso rumbo hace días a Dinamarca -se la vio recientemente junto a los futuros papás en un concierto en la Capilla del Palacio Real de Christiansborg en Copenhague- para cuidar de la Princesa. Pocos preparativos quedan por hacer antes del nacimiento real. Lo que sí se espera en los próximos días es el traslado de los príncipes Joaquín y Marie, que tienen su residencia en el castillo de Schackenborg, en el sur de Jutlandia y a cuatro horas de Copenhague, al palacio de Amalienborg. La llegada de un nuevo miembro a la [Familia Real danesa] está cada vez más cerca y en Dinamarca descuentan los días.
