Un compromiso anunciado y esperado con ansias

Por hola.com

No pilló por sorpresa a nadie en Dinamarca el anuncio de compromiso del príncipe Joaquín y su novia, Marie Cavallier. Los medios de comunicación daneses habían augurado boda con bastante antelación. Varios detalles habían dado alas a la prensa del país escandinavo para especular con el esperado acontecimiento. La reina Margarita y el príncipe Henrik ya conocían a la novia de su segundo hijo y, al parecer, el encuentro fue todo un éxito. "No hubo presentación formal. Sólo una comida sencilla ‘para conocer a la familia’, como dijo Joaquín para tranquilizarme y evitar nada que fuese demasiado oficial", revela Marie. Desde entonces, el príncipe Joaquín y Marie acudieron juntos a varios acontecimientos, como el bautizo de un hijo de un viejo amigo de la familia -ocasión en la que la pareja coincidió con los príncipes Federico y Mary y la condesa Alejandra (anterior esposa del Príncipe) con su marido, Martin Jorgensen. También en otras fechas claves, vacaciones navideñas y veraniegas, la pareja las pasó en familia, con los hijos del Príncipe, los príncipes Nicolás y Félix. Así que todo apuntaba a que la relación era seria y que, por lo tanto, estaba al caer el compromiso oficial. Los más aventurados se atrevieron a dar fechas para el anuncio. "Cuando los medios se acostumbraron a fotografiarnos, empezaron a hacer circular rumores falsos sobre supuestas fechas secretas para nuestro compromiso", recuerda la prometida del Príncipe.

Una de tantas de las fechas señaladas para tal fin fue con ocasión de la tradicional rueda de prensa que ofrece cada verano la reina Margarita durante su asueto en Caix. Reinó buen ambiente, preciosos paisajes..., pero de lo esperado ni palabra. "Me parece inadecuado hacer declaraciones sobre ello, cuando mi hijo no está presente", zanjó. La reina Margarita no quiso hablar de un posible compromiso entre el príncipe Joaquín y su novia, Marie Cavallier, aunque confesó que se sentía feliz por su hijo. De esta manera, la soberana hacía añicos las ilusiones de los medios de comunicación, que habían acudido al castillo del príncipe Henrik con un titular en mente: el esperado anuncio matrimonial. Pero el hecho de que la soberana, que había decidido de antemano no hablar ni de los planes de futuro de su hijo ni de su próxima nuera, accediera a hablar acerca de Marie, ante la insistencia de los periodistas, y le dedicara algunos piropos era una magnífica señal.

Los reiterados presagios de los medios de comunicación daneses se cumplieron el pasado 3 de octubre de 2007. La Casa Real hizo públicos los planes de boda de la pareja con un breve comunicado en el que además de la fecha del enlace y del título real que corresponderá a la prometida tras la boda, el comunicado hacía referencia a las dos grandes renuncias, de fe y nacionalildad, que ha aceptado Marie Cavallier al comprometerse con el segundo hijo de la reina Margarita. También su futura cuñada, la [princesa Mary], que se crió en la fe presbiteriana, debió convertirse al rito evangélico luterano, que es el practicado por la Familia Real de Dinamarca, para casarse con el [príncipe Federico]. De la misma forma, el actual príncipe consorte Henrik tuvo que abandonar la religión católica para casarse con la entonces princesa heredera Margarita. Y, al igual que Marie Cavallier, la Heredera tuvo que renunciar a la nacionalidad, en su caso, la australiana y británica.