La princesa Mary tuvo que dejar durante dos días a su esposo, el príncipe Federico, y a sus hijos, el príncipe Christian y la princesa Isabella, en su residencia de Fredensborg -donde el lunes celebraron el primer cumpleaños de la benjamina de la familia- para viajar hasta Eslovenia en calidad de protectora de la Organización Mundial de la Salud. En Ljubljana, la capital del país, la futura Reina de Dinamarca inauguró la Semana Europea de la Inmunización, impulsada por la OMS, en un acto conjunto con la primera dama eslovena, Barbara Miklic.
El evento, organizado con el objetivo de mostrar la importancia de la vacunación infantil contra enfermedades evitables, fue lanzado en un castillo medieval de la ciudad. A la cita no faltaron, además de la esposa del presidente de Eslovenia, Danilo Turk, el Doctor Marc Danzon, director regional para Europa de la agencia WHO de las Naciones Unidas. Una agencia especial que actúa como autoridad en salud internacional y en la que la [princesa Mary] colabora con campañas para luchar contra la obesidad.
En su discurso, la esposa del [príncipe Federico] se mostró complacida por la invitación y recalcó que, "como Patrona de la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud en Europa, estoy obligada como muchos otros a ayudar a mejorar la salud y el bienestar de los europeos, en particular de aquellos que no tienen acceso a los servicios médicos básicos". En ese sentido, afirmó que "la inmunización salva vidas" y que "además del agua potable, ninguna otra intervención en la salud ha reducido las enfermedades y la mortalidad con tanta efectividad y seguridad como la inmunización". La Heredera danesa subrayó que "ningún niño debería sufrir enfermedades o morir por no haber podido vacunarse", y añadió que "todo niño tiene derecho a crecer con salud y vacunado contra las enfermedades que pueden ser controladas con facilidad".
Como una niña más Antes de la inauguración, la Princesa realizó una visita al Instituto Nacional de Salud y el Centro de Salud de la capital eslovena, donde repartió regalos a algunos de los niños internos que esperan allí sus vacunas. Fue durante esta visita cuando Mary de Dinamarca protagonizó las imágenes más tiernas de su visita al país centroeuropeo, convirtiéndose en una niña más jugando con ellos y viendo algunos de sus dibujos. La Princesa, que como madre sabe lo que muchos padres sufren ante la enfermedad de sus hijos, ofreció a éstos todo su apoyo con la mejor de sus sonrisas.
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