Si cualquier cumpleaños es ya de por sí una ocasión digna de celebrarse, el primero es aún más especial. Al menos así ha sido para la princesa Isabella de Dinamarca, que el lunes cumplió su primer año de vida acompañada por sus padres, los príncipes Federico y Mary, y por su hermano mayor, el príncipe Christian. Procedentes de Miami, donde el príncipe Federico ha estado practicando la navegación, una de sus aficiones favoritas, los Herederos daneses decidieron festejar en la intimidad tan señalada fecha rodeados por algunos amigos y los hijos de éstos en su residencia en la Casa de la Cancillería del Palacio de Fredensborg, a las afueras de Copenhague.
La celebración siguió las costumbres de cualquier otra familia danesa y, así, no faltaron las tradicionales banderas de Dinamarca en miniatura, las canciones típicas, los gritos de "hurra" y un gran pastel en forma de corazón especialmente preparado para la benjamina de la familia. El [príncipe Christian], de dos años y medio, se lo pasó en grande sujetando una de las banderitas nacionales mientras sus padres ayudaban a la cumpleañera a soplar la única vela de su tarta.
Además, las dependencias de la residencia oficial de los Herederos se llenaron de juguetes para alegría de los más pequeños. Balones de aire, osos de peluche, un juego de café de juguete y soldaditos como el que tan famoso hizo en un cuento uno de los daneses más ilustres, Hans Christian Andersen, fueron algunos de los regalos que recibió la homenajeada en este día tan importante para ella.
Tercera en la línea de sucesión al trono tras su padre y su hermano mayor, Isabella fue bautizada el pasado 1 de julio como Isabella Henrietta Ingrid Margarita en la iglesia de Fredensborg. Las imágenes de la ceremonia bautismal difundidas entonces por la Casa Real danesa fueron realizadas por Steen Brogaard, el fotógrafo que ha tomado todas las imágenes oficiales de la pequeña Princesa hasta ahora y autor también de las que se han hecho públicas con motivo de su primer cumpleaños.
