Todas las niñas han soñado alguna vez con ser de mayores Princesas. Así que cuando los pequeños alumnos de una guardería de Nueva York se enteraron de que iban a conocer una de carne y hueso -Mary de Dinamarca-, se armó naturalmente gran revuelo en las aulas, que fue superado con creces, claro está, por el que aconteció el día de la visita real en cuestión. La Princesa, natural de Tasmania, se vio rodeada a su llegada al centro escolar -co-propiedad de un emigrante australiano- por un grupo de entusiasmadas niñas -todas ellas convertidas en réplicas de princesas en miniatura, con tutús y tiaras llenos de color.
Una sesión de cuenta cuentos La princesa Mary, que es madre de dos hijos -la princesa Isabella, de cinco meses, acompaña a sus padres en esta visita oficial a la Gran Manzana, mientras el príncipe Christian se ha quedado en casa para cumplir con sus obligaciones escolares- y está bastante acostumbrada a estas lides, se metió rápidamente en ambiente uniéndose a una sesión de cuenta cuentos en la que cautivó la atención de los niños con una retahíla de muecas y expresiones.
Durante su visita, los periodistas aprovecharon la ocasión para preguntar a la Princesa si ella deseaba tener más hijos. La Heredera, de 33 años de edad, respondió en danes que sí, pero no precisó exactamente cuántos. A la vista está que don con los pequeños no le falta ni habitaciones en palacio, tampoco.
